Pasos a paso para arreglar la pelota
- Primer ubica el pinchazo: El primer paso es encontrar el agujero. Si la pelota ya ha perdido mucha presión, ínflala un poco para hacer que el orificio sea más visible. Puedes hacerlo metiendo la pelota en agua o frotando suavemente la zona afectada con las manos para detectar la fuga por las burbujas de aire.
- Una vez que hayas localizado el pinchazo, asegúrate de que la superficie alrededor esté limpia y seca. El pegamento necesita una buena adherencia, por lo que cualquier resto de suciedad o humedad puede dificultar el proceso.
- Aplica el pegamento: Coloca una pequeña cantidad de pegamento de contacto directamente sobre el agujero. Es importante no exagerar con la cantidad, ya que solo se necesita una capa fina para sellar la fuga. Extiende el adhesivo con un palillo o un trozo de cartón de forma que cubra toda el área afectada.
- Deja secar: El pegamento de contacto necesita tiempo para secar. En general, tendrás que dejar reposar la pelota durante unos 30 minutos para que el pegamento haga su trabajo y se adhiera correctamente. No apures este paso; un buen secado es clave para que la reparación sea efectiva.
- Infla y Proba: Una vez que el pegamento haya secado, infla nuevamente la pelota y verifica que el aire no se escape. Si todo está en orden, ¡estás listo para seguir el juego!
¿Cuánto dura el arreglo?
Aunque no es una solución eterna, si se aplica correctamente, este truco casero puede mantener tu pelota inflada durante un tiempo considerable. En un partido ocasional o en un entrenamiento no tan exigente, puede durar lo suficiente como para que disfrutes de un buen rato de fútbol. Eso sí, si la pelota recibe un uso intensivo, es probable que el pegamento se desgaste más rápido y necesites una nueva reparación.