El Bush Stadium fue sede de los Indianapolis Indians desde 1931 hasta 1996. Luego, se utilizó como pista de tierra y, más tarde, como depósito de autos antes de quedar en desuso. Stadium Lofts cuenta con 138 unidades y, a su lado, se encuentra Stadium Flats, un complejo de cuatro edificios que alberga 144 unidades.
En 2011, Watson, quien en ese momento presidía la junta de Indiana Landmarks, una organización dedicada a la preservación histórica, fue convocado para idear formas de salvar el Bush Stadium. La estructura había estado abandonada durante años y corría el riesgo de ser demolida. Watson y su equipo propusieron convertir el estadio en departamentos o restaurarlo para ser utilizado nuevamente en eventos de fútbol y béisbol, aunque esta última idea no prosperó por falta de financiamiento.
En 2011, Cox, Watson y sus hijos adquirieron el estadio por un valor simbólico de US$1. El ayuntamiento de Indianápolis había transferido la propiedad a Indiana Landmarks por $10, y la organización la cedió a los nuevos propietarios.
El balcón tiene vista a lo que era el campo de juego (Foto: Core Redevelopment)
La renovación de Stadium Lofts tardó cerca de dos años y, como parte del acuerdo con la ciudad, Core Redevelopment también construyó 144 departamentos adicionales en cuatro edificios adyacentes, conocidos como Stadium Flats. Esta adición se completó un año después y costó alrededor de US$13 millones. Para julio de 2014, todos los departamentos de Stadium Flats estaban alquilados.
Cox y Watson invirtieron aproximadamente US$13.8 millones en la conversión de Stadium Lofts, con un presupuesto inicial de $14 millones. El monto incluyó una inversión personal de $1 millón por cada uno de los socios, una hipoteca de $6.5 millones, $5.3 millones en subsidios de la ciudad y el costo simbólico de $1 por la adquisición.
Los alquileres en Stadium Lofts oscilan entre US$900 y US$1,700 mensuales, y todas las unidades cuentan con lavadora y secadora. La renovación del estadio comenzó en agosto de 2011 y, para cuando se inauguró en julio de 2013, los 138 departamentos ya estaban alquilados.
El gimnasio mantiene elementos de la época en la que era un estadio (Foto: Core Redevelopment)
El gimnasio del edificio está decorado con fotos del antiguo estadio, y el complejo ofrece varias salas de estudio para los residentes. También se construyó un patio junto al campo, equipado con una chimenea de gas, mesas y sillas para disfrutar al aire libre.
“Ver la transformación completa del estadio fue la culminación de un sueño de la infancia”, expresó Cox, quien recordó cómo siempre imaginó ingresar al Salón de la Fama del béisbol, aunque fuera desde el desarrollo inmobiliario.