El running, a diferencia de otros deportes como la natación o el ciclismo, involucra una mayor cantidad de grupos musculares de forma simultánea, lo que contribuye a la pérdida de grasa de manera más rápida. Además, estudios previos de la Clínica Mayo señalan que el impacto repetido en las piernas, combinado con el esfuerzo cardiovascular, estimula el metabolismo y lo mantiene elevado por horas, incluso después de haber terminado la sesión de ejercicio.
Si bien es una de las mejores opciones para perder peso, no es adecuado para todos. Las personas con problemas articulares o aquellas que no disfrutan de la actividad pueden optar por otros deportes efectivos que también promueven la pérdida de peso. De acuerdo con el American Council on Exercise, deportes como el ciclismo, la natación y el entrenamiento funcional son excelentes opciones para quienes buscan alternativas de bajo impacto pero igual de efectivas.
Por ejemplo, el ciclismo quema aproximadamente entre 500 y 700 calorías por hora, dependiendo de la intensidad, mientras que la natación, siendo una actividad de bajo impacto, puede quemar entre 400 y 600 calorías. Estos deportes tienen la ventaja de ser menos agresivos para las articulaciones y son altamente recomendados para quienes buscan proteger sus rodillas o espalda.
Beneficios adicionales del running
- Correr no solo es efectivo para quemar calorías, sino que también trae múltiples beneficios para la salud cardiovascular. Algunas de las ventajas más destacadas incluyen:
- Mejora del sistema cardiovascular. Incrementa la resistencia física y fortalece el corazón.
- Aumento del metabolismo basal. El cuerpo sigue quemando calorías durante horas después de haber terminado la actividad física.
- Reducción del estrés. Libera endorfinas que ayudan a mejorar el estado de ánimo y a combatir la ansiedad.
- Fortalecimiento muscular. Trabaja los músculos de las piernas, abdomen y espalda, lo que contribuye a tonificar el cuerpo.
- Según un artículo publicado en Healthline, correr al aire libre también mejora la salud mental, ya que estar en contacto con la naturaleza reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la sensación de bienestar general.