Para el Dr. Agustín Idemi, la prioridad es el conocimiento técnico profundo, especialmente del proceso penal, el sistema acusatorio y el fuero de flagrancia. “Considero que dentro de las características que debe tener el fiscal general se debe destacar el aspecto técnico”, afirmó. Subrayó que el Fiscal define los lineamientos generales de la política criminal y orienta a los fiscales en la priorización de delitos y el ejercicio de la acción penal. “El desafío principal es el perfeccionamiento del sistema acusatorio, principalmente flagrancia, y la implementación del juicio por jurados en San Juan”, añadió, destacando la importancia de actualizar procedimientos y políticas para garantizar eficiencia y equidad.
El Dr. Marcelo Fernández Valdéz complementó esta mirada técnica con un enfoque en liderazgo y gestión del organismo. “El fiscal general tiene que estar con conocimiento de absolutamente todo lo que pasa”, señaló, y agregó que la honestidad es fundamental: “Cuando hablo de honestidad me refiero a la capacidad de poder ponerse al frente del Ministerio Público y, si corresponde, investigar y aplicar sanciones ante errores que puedan derivar en cuestiones penales”. Para él, un perfil desvinculado de intereses políticos resulta esencial para que la sociedad perciba independencia y justicia efectiva. Además, identificó como desafíos la implementación del juicio por jurados y la revisión de normas procesales que hoy generan ambigüedad.
El Dr. Martín Zuleta enfatizó la necesidad de que el futuro Fiscal General encarne una renovación institucional y garantice independencia frente a los gobiernos de turno y otros poderes. Según Zuleta, “el futuro fiscal general tiene un enorme desafío por delante, resumido en una palabra: renovación”, y advirtió que existe “una percepción en la sociedad de que la justicia no es igual para todos, y ahí tiene mucho trabajo que realizar el Ministerio Público Fiscal”. Destacó que, más allá de la profesionalidad ya demostrada, se requiere un titular capaz de afrontar los desafíos pendientes del organismo, con solvencia técnica, probidad y coraje para actuar con autonomía frente a casos sensibles, asegurando que las políticas implementadas en la práctica garanticen equidad y confianza social.
Para la abogada Sandra Leveque, la combinación de conocimiento técnico y capacidad de liderazgo es indispensable para manejar la estructura del Ministerio Público. “Quien suceda al Dr. Quattropani debe estar a la altura para manejar todo un equipo, impartir directivas claras, verticalismo, tener buena comunicación con los medios y promover cambios que mejoren el servicio de justicia”, afirmó. También subrayó la necesidad de políticas criminales claras y apertura a métodos alternativos de resolución de conflictos, así como la importancia de que la elección se base en idoneidad profesional, sin influencia política.
Finalmente, la abogada Filomena Noriega resaltó la experiencia en litigación y la sensibilidad social como componentes clave del perfil. “Basta experiencia y para mí es importante también el litigar, porque ahí es donde uno aprende más, ya que no solo trata de solucionar problemas sino también sirve de contención y se mueve con una parte sensible de la sociedad”, dijo. Además, destacó la importancia de la escucha activa, la comunicación abierta y la apertura al cambio, frente a desafíos como el juicio por jurados y la incorporación de tecnologías innovadoras, incluyendo la inteligencia artificial en el derecho.
Por Gabriel Rotter.