El delantero colombiano gozó de dos buenas ocasiones, pero no pudo quebrar la valla de Rodrigo Rey, también atento a los rebotes. Lo mismo ocurrió con el débil cabezazo de Roger Martínez.
Independiente arriesgó más de la cuenta para salir jugando, defendió al límite y terminó replegado. Se le hizo muy complicado a Gabriel Ávalos, a quien le llovió la pelota y no le quedó otra que aguantar para el auxilio de sus compañeros. Solo Diego Tarzia tuvo una aproximación tras una duda de Marco Di Cesare, aunque su remate no fue ni al arco.
El VAR, por su parte, le anuló un gol a Santiago Sosa por un milimétrico offside sobre el final de la primera parte. Un tiro de esquina que Racing jugó corto, centro al área y cabezazo de Martínez que rebota en el cachete de Sosa y descoloca a Rey. Todo invalidado y una vida más para la visita, que aguantó el cero a cero hasta el entretiempo.
El complemento lo tuvo a Independiente con un gran despliegue defensivo, sobre todo de Felipe Loyola y de Rey, y a un Racing con la tendencia de pelota, pero sin ideas ni claridad para encontrar los caminos que lo lleven a una ventaja producto de la superioridad numérica.
Salvo dos disparos de Juan Fernando Quintero y uno de Roger Martínez que contuvo el ex-Gimnasia, la estrategia inicial del conjunto de Gustavo Costas era desbordar y tirar el centro al área, siempre por la banda de Carbonero.
Sin embargo, la desesperación de la Academia casi favorece al Rojo, con un remate cruzado de Diego Tarzia que besó el palo izquierdo de Gabriel Arias, tras un jugadón de Adrián Sporle por el mismo sector.
Respondió rápidamente Adrián Martínez con dos chances claras frente al arco, justo antes de la expulsión de Federico Vera, quien llegó tarde a un cruce y se ganó la segunda tarjeta amarilla de la tarde.
Y con el zurdazo con rosca de Maximiliano Salas y el cabezazo de Juan Nardoni, que salvó Rey sobre la línea, se bajó el telón de un clásico de Avellaneda que expuso más las falencias de Racing ante su gente.