Esta será la vigésima vez en que el anillo se resuelve en el séptimo juego en la historia de la NBA. El Paycom Center de Oklahoma City será el escenario donde se dictará la sentencia el domingo a partir de las 21, hora argentina.
Los Thunder no solo han sido el mejor equipo en casa este curso (35-6 en temporada regular y 10-2 hasta ahora en 'playoff') sino que además tendrán la estadística de su parte puesto que los locales dominan por 15-4 los precedentes en un séptimo encuentro por el campeonato de la NBA.
Los de Shai-Gilgeous Alexander ofrecieron esta noche una imagen pésima en Indianápolis, pero ya saben lo que es ganar este curso un séptimo encuentro puesto que hasta ahí les llevaron los Denver Nuggets de Nikola Jokic en la semifinal del Oeste.Oklahoma respondió entonces aplastando a Denver por 125-93.
Por su parte, los Pacers de Tyrese Haliburton, expertos en remontadas increíbles y milagros imposibles, buscarán el más difícil todavía para conquistar el primer anillo de la franquicia de Indiana, que sí cuenta con tres títulos de la ABA.
Al duelo del jueves, Indiana llegó con la moral muy tocada por las últimas dos derrotas consecutivas y las limitaciones físicas de su líder, Tyrese Haliburton, por lo que optaron por una arriesgada estrategia que le funcionó a la perfección.
Su experimentado entrenador, Rick Carlisle, dio la orden de bombardear desde la línea exterior a los Thunder y sus jugadores respondieron clavando 15 triples de 42 intentos (35,7%).
El otro pilar de los locales fue su conmovedor esfuerzo defensivo, alimentado por el eléctrico ambiente del Gainbridge Fieldhouse, que provocó un cortocircuito en el ataque dirigido por Gilgeous-Alexander.
El base canadiense, Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada, cometió 8 pérdidas de balón, igualando el récord de su carrera, y repartió sólo 2 asistencias.
Jalen Williams y Chet Holmgren se quedaron en 16 y 4 puntos y están obligados a reaccionar en al juego decisivo en el que los Thunder, favoritos indiscutibles al inicio de las Finales, cargarán con toda la presión.
"Estábamos con la espalda contra la pared y respondimos", declaró Haliburton , quien llegó con problemas musculares a este juego.
Y completó: “Son las Finales, tenía que dar todo lo que tenía por este grupo. Queda un partido, todas las cartas están sobre la mesa".