La Provincia busca que la imagen de la Fuerza Policial sea intachable y por eso, está generando políticas de Estado que se amoldan con rigurosidad a las normas establecidas para que no haya margen de corrupción y delincuencia en este ámbito. Por lo menos, esos son los puntos que marcó el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, a este diario. Para defender esas líneas reveló que en los 28 meses que llevan de gestión, la provincia echó a 39 uniformados (25 policías y 14 penitenciarios) por delitos de encubrimiento, robo, liberación de zonas, narcotráfico, estafa, entre otros.
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"El que hace las cosas mal se va. Eso lo está entendiendo la Policía", remarcó el funcionario, quien admitió que tiene en cartera varios proyectos de decreto para expulsar a varios uniformados que están bajo sospecha.
Uno de los puntos relevantes en este aspecto es que donde hubo un policía detenido por un supuesto delito, hubo otro que lo entregó. Esa actitud de lealtad para con la bandera policial es la que permite a los funcionarios abrir camino a un sistema de castigos y premios; en el último caso, para quienes haya por la vía de la ley.
En sentido delictivo, hubo de todo dentro de la Fuerza. El último caso que manejaron las autoridades fue el de un uniformado que se robó un casco de moto valuado en unos $30.000 e intentó venderlo por internet. El Departamento de Delitos Complejos se encargó de que él mismo cayera en su trampa y la acusación fue muy fácil de argumentar porque la evidencia fue sólida. Otro caso fue el de una policía que alertó que su colega estaba robando artículos de una casa mientras hacía adicionales en un barrio del IPV. "Cuando conocemos estos casos y en los titulares aparecen los policías que cometen el delito se pierde de vista la otra parte, que es el buen agente que lo encontró y lo llevó ante la Justicia", aseguró el ministro y agregó: "De todas maneras, los que hacen mal las cosas representan al 1% del total. No me parece representativo para decir que tenemos una mala Policía".