“Precisamente en el día de Pascua recibimos su última bendición y, a la luz de la resurrección, afrontamos ese momento con la certeza de que el Señor nunca abandona a su pueblo”, agregó el nuevo papa.
Un inicio bajo el signo del servicio
En su homilía, el sucesor de Pedro también reconoció:“Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”.
León XIV, misionero agustino de origen estadounidense, hizo hincapié en que el papado debe ejercerse “como servicio, no como poder”, y afirmó que el papa no debe ser un “jefe por encima de los demás”.
Un gesto de continuidad
Las palabras dedicadas a Francisco resonaron como un gesto de respeto y continuidad espiritual, en una Iglesia marcada por desafíos internos y externos. En apenas una frase, León XIV condensó el legado emocional del pontificado anterior y propuso construir una Iglesia unida, fundada en el amor de Dios y abierta al mundo.
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FUENTE: noticiasargentinas.com