En la zona preparada para poder comer o beber había diferentes puestos que ofrecían la posibilidad de degustar los diferentes varietales con los que cuentan las bodegas de San Juan. Y fueron estos stands los que enloquecieron a los turistas que en muchos casos recorrieron miles de kilómetros para poder vivenciar una experiencia única y que no se repetirán en siglos.
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sanjuan8.com habló con algunos de los puesteros que comentaron que el precio varió entre los $300 y $400 y la copa tuvo un valor de $100 con la posibilidad de recargarla en $50. Según comentó Manuel, un joven que vendía el preferido fueron los vinos jóvenes.
A medida que pasaron las horas se comenzó a ver sobre todo los turistas extranjeros con botellas de la mano degustando en la previa del fenómeno astronómico. Y en relación a esto Claudia Grynszpan, ministra de Turismo, comentó a sanjuan8.com que el vino, la gastronomía y los productos típicos fueron muy interesantes para la gente de afuera sobre todo para los turistas extranjeros.
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