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Una asadora diferente: prendió el fuego con los pies y emocionó a todos

Con 46 años y una pasión desbordante por el asado, Marisa Poblete llegó al certamen como amateur, sorprendió al jurado y al público al cocinar con sus pies, y se convirtió en símbolo de superación, talento y alegría en Rivadavia.

“No necesito que me prendan el fuego”, dijo Marisa con una sonrisa, mientras recuerda sus primeros asados hechos sobre una chapa en el piso. Este sábado, fue una de las protagonistas del Primer Campeonato Parrilleras Cuyanas, que se celebró en Rivadavia, y dejó una marca en la historia del evento.

Marisa Poblete tiene 46 años, nació sin brazos y es hipertensa, pero nada de eso la detiene. Participó del concurso como amateur, alentada por su hija, amigas y toda una red de afectos que la ayudó con el peinado, el maquillaje y el vestuario. “Hago el asado en mi casa, nada más que eso”, contó con humildad, pero demostró mucho más.

Prendió el fuego con los pies, cocinó vacío con guarnición de camotes, morrón y cebolla morada al rescoldo, y se mantuvo higienizada con toallitas húmedas antisépticas. “No tengo guantes de plástico para los pies, así que hago lo que puedo. Pero me gusta cocinar, me gusta hacer fuego, y con práctica aprendí”.

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El certamen reunió a 20 equipos de mujeres de diferentes provincias del Cuyo y otras regiones, en una jornada que buscó romper estereotipos, visibilizar a las mujeres asadoras y fomentar el turismo regional. Marisa, con su chulengo y su historia, fue la gran revelación.

“El límite se lo pone uno, no importa el género, lo importante es la actitud”, dijo Marisa, que dedicó su participación a su familia, sus hijas y a las amigas que siempre la empujan a cumplir sus sueños.

La jornada fue una fiesta completa: premios en efectivo, música en vivo, danzas, ferias de emprendedores y muchas historias como la de Marisa, que inspiraron y conmovieron.