En paralelo, otro individuo, Lucas Emanuel Guerra, quien también estaba involucrado en la fuga a pie, fue capturado en las inmediaciones del barrio.
El caso pasó a manos de la UFI Genérica, a cargo de Alejandro Mattar, quien dispuso la intervención de criminalística para proceder con la recolección de pruebas, incluidas las fotografías del lugar y el secuestro de la motocicleta. Además, se ordenó el arresto de ambos sujetos para la realización de las correspondientes averiguaciones.
Ambos hombres fueron identificados y se les atribuyeron los cargos de "portación de arma de fuego de uso civil" y "abuso de armas", en perjuicio de las víctimas Tomás Díaz y Pamela Caballero.
En la audiencia judicial, la jueza resolvió hacer lugar al acuerdo de juicio abreviado, condenando a Sosa a dos años de prisión en ejecución condicional, bajo ciertas reglas de conducta, incluyendo la abstención de consumir estupefacientes y alcohol, así como la prohibición de acercarse a las víctimas. Por su parte, Guerra recibió una pena efectiva de un año de prisión, la cual se cumplirá en el Servicio Penitenciario Provincial, y se mantuvo la prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.