Agradecidos hasta los huesos, los abuelos de Camila disfrutaron de la ceremonia religiosa en la que ellos eran protagonistas. Es que su nieta Camila fue el eje del milagro que impulsó a Brochero a la santificación. Pero fue Raúl Ríos quien le rezó y le pidió por la niña moribunda.
El abuelo de la niña habló con una radio cristiana minutos antes de su llegada a Roma para ser testigos de la canonización del cura que salvó a su nieta. "Una vez tuve un monólogo con Brochero mientras Camila se moría y le dije que yo no lo conocía, que por qué había venido a mi casa. Pensé que si vino era porque quería que le pidiera algo, entonces le pedí por la vida de Camila, su recuperación, la fortaleza de mi esposa y la mía. Y Camila mejoró. Hoy estamos viviendo esto". Al lado del abuelo de la niña estaba su esposa Marina que contó que Camila estaba feliz por este sueño: "Está contenta porque va a conocer al papa Francisco".