La aceleración de la inflación de los últimos meses con la consecuente pérdida de salario real -los precios de la canasta de consumo masivo de Kantar Worldpanel pasaron de una variación interanual de un 17% al cierre 2017 a una de un 21% en mayo pasado-, fue determinante para la caída del consumo de los hogares.
"Para los hogares de bajos recursos, el consumo masivo es el principal gasto ya que le destinan el 57% de sus ingresos, de esta manera el comportamiento de los precios es central para entender la evolución, cuando estos se aceleran muy rápido tienen que ajustar", explicó Filipponi.
Para afrontar las condiciones adversas, los hogares del nivel Bajo inferior achicaron el tamaño de sus compras, dejaron de visitar grandes superficies como hipermercados o mayoristas, y volvieron al punto comercial más cercano a su barrio: almacenes y en menor medida, a los autoservicios.
En promedio -en cada visita al punto de venta-, adquirieron un 4% menos de cada categoría: "el tamaño de las compras no había caído en los últimos tres años, ni siquiera en 2016, y es una señal fuerte del impacto del contexto adverso de los últimos meses, donde los hogares se ven obligados a bajar la cantidad compradapara afrontar los incrementos de precios", agregó Filipponi.
En términos de sectores, el principal ajuste en los últimos dos meses, se hizo en bebidas -en especial en las sin alcohol-. "Hay que considerar que bebidas es el grupo de categorías que estos hogares compran con mayor frecuencia", aclara el informe.