En el marco de la causa que se investiga por el escalofriante crimen de un bebé recién nacido, el Ministerio de Desarrollo Humano tomó cartas en el asunto. Ahora, a través del servicio 102 se harán presentes en la casa de la Villa Nicolás Avellaneda, donde se sucedieron los hechos el pasado domingo, para verificar las condiciones de vida de los menores que viven bajo la patria potestad de Carina Lera, la homicida.
“Según información del tercer juzgado interviniente, los chicos están a cargo de los abuelos. Nosotros vamos a ver si están en condiciones y si necesitan algún tipo de ayuda”, explicó el director de Niñez, Adolescencia y Familia, Jorge Toro.
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De todas formas, fueron los vecinos quienes la señalaron como la última parturienta de la zona, según datos proporcionados por la policía. Cuando personal de la fuerza indagó a familiares, también contaron la misma historia. Luego se produjo la detención y Lera fue derivada al médico legista. Allí se determinó su estado puerperal. Más tarde, Lera aceptó que había matado a su bebé a sangre fría porque “tenía vergüenza” de contarles a sus otros hijos que estaba embarazada.