Estas opciones pueden lavarse, duran meses y cumplen la misma función sin tener que reponerlas cada semana. Algunas versiones incluso se venden en rollos que imitan el formato clásico, pero se adhieren con velcro y se pueden lavar en el lavarropas.
Beneficios de dejar el rollo de cocina y pasarte a los paños reutilizables
- Ahorro a largo plazo: aunque la inversión inicial sea mayor, evitás comprar rollos cada semana o mes.
- Menos residuos: reducís la cantidad de basura diaria y el uso de papel de un solo uso.
- Lavables y duraderos: se pueden usar cientos de veces y resistir muchos lavados sin perder eficacia.
- Ecológicos: ayudás a disminuir la tala de árboles y el consumo innecesario de recursos.
- Versátiles: sirven para limpiar superficies, secar platos, absorber líquidos o incluso reemplazar servilletas.
- Variedad de materiales: podés elegir entre microfibra, algodón, bambú o incluso hacerlos vos misma con ropa vieja.
- Más estéticos: hay versiones con lindos diseños que decoran la cocina y son más agradables a la vista que el rollo de papel.
- No se vuelan ni rompen fácilmente: a diferencia del papel, los repasadores se mantienen firmes aunque limpies líquidos o grasa.
- Ideales para familias grandes: evitás que se consuma papel en exceso en cada comida o limpieza.
- Contribuyen a un estilo de vida sustentable: es un pequeño cambio con gran impacto ambiental.
Se estima que se necesita aproximadamente 1 árbol para producir entre 40 y 50 rollos de papel de cocina comunes. Esto varía, según el tamaño del árbol, el tipo de papel (reciclado o virgen), la eficiencia del proceso industrial y el gramaje del rollo.