En esas filmaciones grabadas por Fernández cuando era presidente, se la ve a Pettinato tomando cerveza y dialogando risueña y campechanamente con él en situación de coqueteo.
Las imágenes generaron un fuerte revuelo y críticas al ex mandatario por permitirse ese tipo de encuentros en medio de sus altas responsabilidades como jefe de Estado.
La presentación de Fernández fue radicada en la Justicia federal y, por sorteo, recayó en el juzgado federal 9, que estaba en ese entonces a cargo de María Eugenia Capuchetti.
La jueza rechazó un pedido del ex presidente para que se le ordenara a los medios de comunicación que “se abstengan de reproducir, mencionar y/o cualquier otra conducta que implique la invasión a mi privacidad e involucre a mujeres”.
Más tarde, se declaró incompetente y remitió el caso al fuero en lo criminal y correccional.
El sorteo determinó que el expediente recayera en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 4.
La Procuración General dictaminó que correspondía la intervención de la justicia nacional ordinaria, es decir, el TOC 4, y no en la Justicia Federal.
Finalmente, la Corte Suprema coincidió en el planteo y falló en consecuencia, con los votos de su presidente, Horacio Rosatti, y los jueces Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.