Y no fue solo ni con una comitiva reducida, en consonancia al brutal ajuste con el que somete a la mayoría de los argentinos, sino acompañado de una numerosa comitiva de varios ministros, funcionarios y hasta un candidato libertario.
El avión presidencial partió en horas de la madrugada y arribará a la capital de Italia después de las 11 de la mañana (hora argentina), llevando al Presidente y a su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
También el infaltable vocero y candidato porteño Manuel Adorni; a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; al canciller Gerardo Werthein, y, como era de esperar, a la hermana presidencial, Karina Milei.
Según se informó, el secretario de Culto y Civilización de la Nación, Nahuel Sotelo, estará esperándolos en el Vaticano, adonde viajó el martes para fungir como nexo entre el Ejecutivo y las distintas religiones, entre ellas el catolicismo tan denostado por la gestión libertaria.
Antes de partir y para adecuarse a las circunstancias, Milei hizo este jueves declaraciones periodísticas en las que afirmó: “Jorge Bergoglio fue el argentino más importante de la historia…”.