A esto se le suma la demanda judicial que perdió con su ex asistente, William Brockhaus, por incumplimiento de contrato, teniendo que pagar más de un millón de dólares.
Quien ha decidido tomar el camino inverso es su hija, la modelo y fiashionista mexicana Michelle Salas, que es la portada de la revista Quién de septiembre. "Todo lo que soy me lo he ganado con trabajo", dijo intentando alejarse de la etiqueta de "hijos acomodados".
Con un blog convertido en negocio rentable y una imagen de renombre en el rubro de la moda, Michelle es toda una influencer. Basta ver su cuenta de Instagram para darse cuenta: 287 mil seguidores celebran su belleza y la actitud que tiene de ir por más.
Si bien su relación nunca logró estabilidad (de niña él la visitaba seguido pero luego perdieron contacto hasta que fue mayor de edad y reanudaron su cariño), la hermosa mexicana de 27 años está convencida que es mucho más que "la hija de".
Parece que ya quedó demostrado, pero ¿y su padre? ¿seguirá alejado del público? A este paso, la cosa podría darse vuelta: ¿Luis Miguel podría pasar a ser "el padre de"?
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