Al menos una persona ha fallecido y varias han resultado heridas de gravedad tras ser atropelladas por un coche en la manifestación antifascista celebrada en Charlottesville, Virginia. La multitud protestaba contra el encuentro convocado para este sábado bajo el nombre de "Unir a la derecha" y que cuenta con la presencia de figuras de la nueva extrema derecha norteamericana, como Richard Spencer. La Policía ha detenido al hombre que conducía el vehículo, un Dodge Charger, que ha sido ya incautado.
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El suceso ocurrió poco después de que el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, declarase el estado de emergencia en la ciudad, y el presidente estadounidense Donald Trump condenase "todo lo que representa el odio", luego de que cientos de supremacistas blancos, algunos al ritmo de soflamas nazis, marchasen la pasada noche con antorchas por las calles de la ciudad.
"Estoy desolado por que se haya perdido una vida aquí. Urjo a toda la gente de buena voluntad que se vaya a casa", dijo el alcalde de la ciudad, Mike Signer, en un mensaje en la red social Twitter. Según han informado fuentes del Centro Médico de la Universidad de Virginia al 'New York Times', habría al menos 19 heridos.
Trump calificó de "atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia" por "múltiples partes" los enfrentamientos violentos de Charlottesville. "Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes. Múltiples partes", dijo Trump en una declaración desde Bedmnister (Nueva Jersey), donde pasa sus vacaciones de verano.
La manifestación ultranacionalista ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en Estados Unidos", según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los grupos que fomentan la violencia racial.
La marcha ha dejado ya varios heridos por enfrentamientos este sábado. Aunque el inicio de la marcha estaba previsto para el mediodía en el Emancipation Park, en el centro de la ciudad, minutos antes se produjeron ya los primeros choques violentos. Las consignas lanzadas entre manifestantes, ataviados con banderas confederadas y escudos de protección; y los opositores, que acusan a los organizadores de ideología ultraderechista, rápidamente desembocaron en golpes y puñetazos.
Jason Kessler, organizador de la marcha, subrayó en un comunicado que se trata de defender la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión y respaldar a "los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en Estados Unidos". Los asistentes al encuentro quieren expresar su protesta contra la retirada de la estatua del general confederado Robert E. Lee de uno de los parques de la ciudad, escenario el mes pasado de una minoritaria protesta de miembros de Ku Klux Klan.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter contra la violencia: "Debemos estar TODOS unidos y condenar el odio. No hay sitio en America para este tipo de violencia. ¡Unámonos!".
(Fuente: El Confidencial)