La tecnología funciona sin contacto con el usuario. Lo hace desde los mencionados parlantes inteligentes y también desde smartphones, valiéndose de softwares de asistencia digital. Lo que hace es monitorear el ambiente durante las horas de sueño, y es capaz de detectar lo que se conoce como "respiración agónica".
Los investigadores explican que ese tipo de respiración está presente en cerca del 50% de las personas que sufren paros cardíacos.
"Ese tipo de respiración ocurre cuando un paciente experimenta niveles realmente bajos de oxígeno. Es una especie de jadeo gutural, y su singularidad lo convierte en un buen biomarcador de audio para identificar si alguien está experimentando un paro cardíaco", comenta Jacob Sunshine, otro de los responsables del estudio.
Por eso, el fin de esta tecnología es detectar posibles episodios cardíacos. Cuando lo hace, avisa a las personas que se encuentren cerca para que realice maniobras de reanimación cardiopulmonar, además de llamar en forma automática a servicios de emergencia.
El sistema, que puede identificar la respiración agónica desde una distancia de hasta 6 metros, fue entrenado con cientos de grabaciones capturadas en llamadas al 911 en Estados Unidos entre los años 2009 y 2017.
Según indican, detecta ese tipo especial de respiración con una precisión del 97%. Además entrenaron al sistema para que no confunda la respiración agónica con otras similares, como ronquidos.
De acuerdo a los expertos involucrados en el estudio, la precisión de las mediciones (apartarse de los falsos positivos) es de vital importancia para "no alertar innecesariamente a los servicios de emergencia ni a los seres queridos".
"Usamos ejemplos a diferentes distancias para simular cómo sonaría si el paciente estuviera en diferentes lugares del dormitorio. También agregamos sonidos de interferencia, como ladridos, bocinas de los coches o del aire acondicionado, que normalmente se oyen en una casa", señalan los científicos.