Se trata de Kristy Love, de 51 años, natural de Atlanta, Estados Unidos, quien cuando apenas comenzó a trabajar de masajista se dio cuenta que el trabajo no daba los frutos que esperaba. "Cuando terminé el curso de masajes, nadie quería contratarme"
Se trata de Kristy Love, de 51 años, natural de Atlanta, Estados Unidos, quien cuando apenas comenzó a trabajar de masajista se dio cuenta que el trabajo no daba los frutos que esperaba. "Cuando terminé el curso de masajes, nadie quería contratarme"
A partir de ese entonces, la clientela comenzó a crecer considerablemente, hasta tal punto, que llegó a ganar hasta más de 1300 dólares por día.
Pero no todo es color de rosa, ya que la mujer tuvo que afrontar las críticas y la fuerte oposición de su familia con respecto a su trabajo, teniendo en cuenta que pertenecen a un templo de culto de los Testigos de Jehová.En relación a su peso, el doctor le comentó a Kristy que necesitaba bajarlo como sea, sino de lo contrario le traería problemas de salud. Por este motivo, el médico le receto unas pastillas para adelgazar, aunque la masajista duda en tomarlas por temor a que sus senos "se marchiten" y de esta manera perder su trabajo.