Es su mamá biológica y se suponía que la tenía que cuidar, pero primero se comprobó que fue cómplice de la salvaje golpiza que le dio su pareja y ahora hay sospechas de que ocultó una nueva aberración contra la niña. El fiscal Fabrizio Medici imputó a Alejandra Ríos y pidió que sea indagada por encubrir los abusos sexuales a los que fue sometida su hija, Camila Brusotti, por parte de Pedro Oris. El procesamiento contra el hombre fue confirmado en segunda instancia y la mujer podría quedar en la misma situación si el juez del caso decide llamarla a declarar como partícipe necesaria.
Ríos y Oris están presos por uno de los casos más conmovedores de violencia contra una niña que se dio en San Juan. Eran pareja, en 2013 el hombre le dio a Camila una feroz golpiza que la dejó al borde de la muerte, la mujer fue cómplice de ese espanto, abandonó a su hija a la buena de Dios y actualmente los dos pagan las consecuencias en el Penal de Chimbas tras haber sido condenados por la Justicia (la nena tenía en ese entonces apenas 8 años, se le detectaron más de 40 marcas en el cuerpo y quedó hemipléjica).
Todo indica que el calvario que vivió Camila fue mucho peor. En una causa que se disparó con posterioridad a la que terminó en condenada, Oris fue procesado en primera instancia por haber abusado sexualmente de la menor, la Sala II de la Cámara Penal confirmó hace poco esa imputación y ahora se investiga si Ríos ayudó con su silencio a que eso pasara. Medici está convencido de que la madre sabía de los tocamientos que sufrió su hija y que se quedó callada, dejándole libre el camino al hombre con el que vivía junto a la criatura.
El fiscal se toma de la declaración que dio Camila en Cámara Gesell. Allí, la nena contó que le dijo a su mamá que Oris la tocaba y que no hizo nada. Por eso, aseguraron fuentes judiciales, Medici le pidió al juez Benito Ortiz que la indague como partícipe necesaria del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo.
El magistrado de Instrucción N° 1 ya tiene el expediente en sus manos y debe resolver el camino a seguir. Puede rechazar el pedido del fiscal por entender que no hay elementos que comprometan a Ríos con las prácticas que tuvieron como víctima a Camila o hacer lugar e indagarla, en cuyo caso luego tendría que decidir si la procesa o no.
Hasta ahora, Oris es el que está sindicado como autor del abuso, es encamina a ir a juicio y se expone a una dura pena que va de 8 a 20 años. Ríos, supuestamente sin haber participado directamente, está acusada de encubrir el delito y en ese carácter, le cabría la misma pena.
El delito bajo investigación es el de abuso sexual gravemente ultrajante, que tiene una pena de 4 a 10 años. Pero en este caso se ve agravado porque Oris se habría aprovechado de la situación de "convivencia preexistente" con Camila. Es decir, vivía con ella.
Camila no murió de milagro después de la paliza que le dieron, hoy tiene 12 años y vive con su padre, Javier Brusotti. Oris y Ríos cumplen un castigo de 17 y 10 años de reclusión respectivamente y si en un juicio oral y público se prueba el delito de abuso sexual, pasarán mucho más tiempo tras las rejas.
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