Los dirigentes de la central fabril plantearon inquietudes sobre los acuerdos firmados en Beijing. Creen que podrían afectar "la provisión local de bienes y servicios" y "el empleo nacional". "Nosotros consideramos que es muy positiva esta reunión. Tenemos una política para generar valor agregado. En definitiva estamos trabajando en la matriz para aumentar la base industrial", evaluó Capitanich. Como lo hizo Kicillof este martes, el jefe de Gabinete defendió los convenios firmados con el gigante asiático e insistió en que ambos países tienen "esquemas complementarios". "Ellos tienen demandas de bienes que nosotros producimos. Y nosotros tenemos demanda de productos que ellos producen", sostuvo. Días atrás, José Ignacio de Mendiguren, diputado massista y secretario de la UIA, había asegurado que el gobierno nacional había "negociado como un país de segunda" e incluso insinuó la posibilidad de que haya un desembarco descomunal de ciudadanos chinos para reemplazar la mano de obra argentina. "China firmó acuerdos así en África. Exigió una cláusula de personal y hoy hay más de 200.000 trabajadores chinos en Angola", sostuvo. Con los cuestionamientos coincidió también el propio titular de la central fábril, Héctor Méndez, quien advirtió que el convenio firmado implica un "enorme riesgo para el desarrollo argentino".Esta mañana, el vicepresidente de la entidad, José Urtubey, optó por bajarle el tono a la polémica al señalar que el acuerdo es "positivo" y "una oportunidad para la Argentina". "No hay una interna en la UIA, como en toda institución hay diversidad de opiniones y puntos de vista", concluyó. Infobae