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"Tolerancia cero", el pedido a la nueva cúpula del Servicio Penitenciario

El ministro Emilio Baistrocchi lo dijo en una reunión que mantuvo con la Plana Mayor. Hablaron de endurecer controles y sanciones y de acelerar las obras que se están ejecutando en el Penal.

La reunión duró unas dos horas y fue para analizar la coyuntura y las medidas a seguir en forma inmediata. El pedido del ministro Emilio Baistrocchi fue claro y contundente: "Tolerancia cero" para lo que viene. Se los dijo a los nuevos integrantes de la Plana Mayor del Servicio Penitenciario, que reemplazan a los que se fueron la semana pasada por una serie de graves anomalías que se detectaron puertas hacia adentro. Como ya había adelantado el titular de la cartera de Gobierno, habrá controles más estrictos, sanciones más duras para aquellos que quieran ingresar objetos indebidos y la instalación de nueva tecnología.

Después de haberlos puesto en función la semana pasada, Baistrocchi juntó a los nuevos funcionarios en su despacho. Estuvieron el jefe del Servicio Penitenciario, Javier Figuerola, que sigue en su cargo tras la limpieza dispuesta la semana anterior; el nuevo subjefe, Víctor Videla, y los otros cuatro efectivos que desde ahora están a cargo de los cuatro sectores del Penal de Chimbas y que juntos conforman la Plana Mayor.

Baistrocchi fue tajante. No quiere más permisividad con los presos que violan las normas internas ni con los familiares que se las arreglan para introducir a la cárcel puntas, droga y celulares, entre otras cosas. El que no cumpla, será sancionado. Los reclusos, con una mancha negra en su legajo que el día de mañana les puede impedir acceder a beneficios por buena conducta y los visitantes, con la prohibición permanente de volver a pisar el Penal de Chimbas.

Lo que precipitó el desplazamiento de los antiguos jefes fue una requisa que terminó con el secuestro de droga, decenas de teléfonos celulares y armas blancas que estaban en poder de la población carcelaria. A eso se sumó, como la gota que rebalsó el vaso, el asesinato del preso José Luis Alé.

Las autoridades políticas y del área de seguridad venía investigando la situación desde hace rato, ya que en varias oportunidades secuestraron este tipo de elementos. Y no tenían dudas de que eso sólo era posible con la complicidad de agentes penitenciarios infieles. Incluso, algunos fueron sorprendidos y exonerados de inmediato de la fuerza.

Esta vez, el cambio no incluyó a los jefes únicamente. En total fueron más de 30 uniformados y muchos están siendo investigados por la Justicia Federal.

Un caso enigmático que está en los tribunales Federales es el del reo Víctor Camargo. Se lo investiga por el delito de narcotráfico y según el juez Leopoldo Rago Gallo, es quien maneja la mayoría de los casos de droga en la provincia.

Fuentes que participaron del encuentro contaron que Baistrocchi les transmitió su confianza y la del gobernador Sergio Uñac a los nuevos funcionarios y un "pleno respaldo" para que actúen y no dejen pasar ninguna situación irregular. Además, hablaron de agilizar los expedientes de sanciones a presos y familiares o visitantes cuando cometan un acto que esté fuera de la ley.

También hablaron de la aparatología que comprarán y las obras a realizar en el establecimiento chimbero. El Ministerio de Gobierno piensa adquirir equipos de comunicación, al menos dos escáner para los sectores de requisa y un nuevo inhibidor de señal de celular (el anterior lo destruyeron los reclusos), que permitirá revelar cuál es el aparato que se está comunicando con el exterior.

A eso se suman las obras de infraestructura que están proyectadas. Además del nuevo Penal que se levantará en Matagusanos, se están ejecutando tres pabellones nuevos para más de 200 internos, una cocina nueva, una SUM de visitas y una escuela. "Eso es vital para empezar a cambiar las cosas y mejorar el tratamiento de reinserción de los reclusos", sostuvo el ministro en la reunión.

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