Encontrá tu fototipo: El grado de protección que necesitaremos tiene que ver con la capacidad de la piel de hacerle frente a las radiaciones del sol. Esto se mide de acuerdo a nuestro color de piel, de ojos y de cabello, y nuestra predisposición para broncearnos o ponernos colorados. Existen seis fototipos, pero en la Argentina por las características de la población, nos bastan cuatro para cubrir las necesidades. -El fototipo I incluye a personas de pieles muy claras y pecosas, con ojos y cabellos claros, que suelen enrojecerse y son propensos a sufrir quemaduras solares. Precisan utilizar el más alto FPS (Factor de Protección Solar), es decir, el 50+. -El fototipo II abarca a quienes tienen la piel blanca con ojos claros y cabello rubio o castaño claro, que se suelen enrojecer al comienzo del verano pero van tomando color (aunque también pueden sufrir quemaduras solares). El FPS adecuado no debe ser menor de 25 ó 30. -El fototipo III comprende a quien es tienen la piel blanca o mate, con ojos y cabello castaño oscuro, que suelen broncearse pero de a poco. También pueden quemarse. Para ellos se recomienda un FPS 25. -El fototipo IV incluye a quienes tienen piel oliva, ojos marrones y cabello morocho. Obtienen un bronceado parejo y se queman en muy pocas ocasiones. Deben utilizar un FPS 15 ó 20. Por último los fototipos V y VI son aquellos con piel morena, ojos oscuros y cabello negro, que pueden utilizar un FPS 15 o menor. Uno de los mecanismos de defensa de la piel es la melanina -pigmento-, por lo que las pieles más oscuras tienen mayor protección, pero ¡atención!, aunque no se enrojezcan o quemen no significa que no deban usar protección solar.
Que tenga dos índices: El protector solar debe especificar en su envase un doble índice de protección, que normalmente –los números- no coinciden. Esto es para protegernos de los rayos UVA (que producen fotoenvejecimiento, alergias solares, enfermedades pigmentarias y cáncer de piel), y UVB (que producen el bronceado, quemaduras y cáncer de piel). Para garantizarnos esta doble protección debemos asegurarnos que en el envase se especifique los índices de protección PPD y FPS. Tipo de piel: Si tu piel es sensible o alérgica optá por un protector que especifique que es para tu problemática. Además, si tu piel es seca, podés optar por texturas crema que van a ser más confortables. Para chicos: Si tenés hijos elegí productos específicamente formulados para ellos, que poseen una mayor fijación y suelen ser resistentes al agua y a la transpiración. Atenta a la hora de comprar: Todos buscamos precio y calidad. A la hora de elegir qué producto comprar, optá por las marcas de confianza. Es importante hacer un cálculo de precio-cantidad para ver qué nos conviene. Muchas firmas venden tamaños familiares que suelen ser prácticas y más baratas al comprar en cantidad. Y un dato no menor: ¡no te olvides de mirar la fecha de vencimiento! Fuente: msn