El doctor en Psicologia y Ciencias de la Conducta, experto en adicciones a las nuevas tecnologías, Daniel Peña, en relación al estudio mencionado comenta que el uso abusivo de los teléfonos celulares actúa como un ladrón silencioso y astuto, ya que sin que sus usuarios lo noten roban su tiempo energía y atención, llegando al punto de interferir en el relacionamiento con los demás y volviéndolos menos eficaces a la hora de cumplir sus metas.
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Para contrarrestar esta conducta el psicólogo recomienda en primera instancia que el usuario se conozca así mismo, ya que el comportamiento difiere según la personalidad de cada uno.
Además señala que es importante marcarse periodos para revisar el celular y otros en los que esté prohibida su utilización pero no así en forma radical ya que esto podría tener un efecto rebote.
Peña también aconseja investigar sobre las razones que llevan al usuario a utilizar el celular, para así poder desechar hábitos tóxicos y poder tener autocontrol, un ejemplo es colocar el teléfono en un lugar lejano para reducir la tentación de usarlo, sumar a la rutina la realización de actividades al aire libre para distraerse.
En ocasiones las personas sufren de FOMO, o miedo a perderse algo, y actúan de manera irracional. En este sentido, el psicólogo recomienda también aplicar la racionalidad, es decir, intentar analizar la situación y ver si realmente lo que ofrece el teléfono es tan importante como para cambiar nuestras emociones de una forma negativa.