Una de las novedades de esta edición es que no habrá suplentes. “Decidimos eliminar esa figura porque generaba confusión. Algunas personas pensaban que ser suplente les daba un derecho adquirido y no es así”, sostuvo Peralta.
Luego del sorteo, los adjudicatarios deberán presentar documentación actualizada. Se evaluará si cumplen con los requisitos establecidos: ingresos declarados, cantidad de personas en el grupo familiar y que no posean otra propiedad. “Puede haber casos que, tras esta revisión, queden fuera, pero es necesario para garantizar la transparencia”, agregó.
La funcionaria también advirtió sobre la aparición de personas que se hacen pasar por empleados del IPV para ofrecer lugares en el sorteo a cambio de dinero. “Ya hicimos la denuncia ante la UFI, está en investigación. No hay forma de pagar para salir sorteado”, aseguró.
El 90% de los inscriptos pertenecen al Gran San Juan, lo que refleja la enorme demanda habitacional en esa zona. En total, el IPV tiene cerca de 90 mil personas empadronadas, y para este sorteo se anotó prácticamente la mitad.
Más viviendas en camino
Además de las 1.412 casas que se sortearán, Peralta informó que ya hay detectadas unas 100 viviendas deshabitadas que fueron adjudicadas anteriormente y no están cumpliendo su función social. “Son casas abandonadas, alquiladas o en proceso de venta, lo cual está prohibido y es causal de revocación. Ya iniciamos los trámites correspondientes”, explicó.
Si el proceso de desadjudicación avanza como está previsto, en el corto plazo se realizará un nuevo sorteo con esas 100 viviendas. Aún no hay fecha definida, pero el equipo del IPV sigue recorriendo barrios en diferentes departamentos para verificar su ocupación.
“Estas acciones forman parte del compromiso asumido por el gobernador para entregar viviendas a quienes realmente lo necesitan. Queremos asegurarnos de que cada techo que se entrega cumpla su función”, concluyó la funcionaria.