Uno de los lugares de más expectativas con la paridad de género fue el Poder Judicial, donde la historia y el machismo tenían un lazo estrecho por excelencia. Si bien esta época encuentra a la política y a la sociedad en un trabajo conjunto para modificar paradigmas y promover la paridad de género, el equilibrio está bastante lejos de concretarse. Ministras, funcionarias de peso y de decisión en diferentes patas del Estado, son el reflejo del cambio que se viene proponiendo y que lento pero sin pausas, se va dando en la sociedad sanjuanina.
El caso de Adriana García Nieto, actual ministra de la Corte de Justicia, fue uno de los más emblemáticos en cuanto a la ruptura de esquemas ancestrales. Una mujer en la Corte. Algo que durante años se planteaba pero la mentalidad de la anterior Corte no permitía semejante desembarco. Hoy eso cambió y con el ingreso de García Nieto comenzó a visibilizarse otra etapa de trabajo, de conceptos y de género.
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-Usted cuando llegó era vista como toda una amenaza por su condición de mujer, ¿eso cambió?
-No creo que fuera una amenaza, me parece que la provincia era la única que no había tenido mujeres en el Poder Judicial. Que entendimos como sociedad que la paridad y que haya mujeres en los lugares de decisión tiene que ver con una mirada integral y no de un género sobre el otro. Es lo que llamamos romper el techo de cristal, es muy difícil y creo que todavía no hemos alcanzado ese punto en el cual podamos decir que estamos bien. Nos falta mucho trabajo pero porque creo que debemos seguir capacitándonos y concientizándonos. Hay que eliminar la lucha de géneros y aprender a mirarnos como iguales.
Sin dudas fueron años de mucho trabajo en materia de perspectiva de género y crecimos mucho. Lograr que el Poder Judicial sea punta de lanza en la capacitación de la Ley Micaela, cuando históricamente siempre el Poder Judicial fue detrás, trabajar en forma conjunta con el Ejecutivo en materia de perspectiva de género, crear el CAVIG, fue lograr instalar que ya no llame la atención que las mujeres ocupemos lugares de decisión.
-¿Ya están conformes?
-No. Hemos crecido muchísimo pero nos falta mucho camino por recorrer. Falta perspectiva en las sentencias, en resoluciones en el trato. Y no es el Poder Judicial solamente, es la sociedad a la que le falta mucho de esto.
-¿Cuáles son los riesgos de convertir esta mirada en algo militante a la hora de impartir justicia?
-Creo que quienes trabajamos en el Poder Judicial tenemos claro balanza, peso y contra peso, el equilibrio y la prudencia. Creo que cuando uno plantea es justamente para desterrar desequilibrios y no puede ser una cuestión pendular, de ir de un extremo al otro. El Poder Judicial debe buscar esos equilibrios. Si uno habla de la palabra militancia… ¿Qué es lo que se milita? La igualdad, que sean todas consideradas, se milita la visibilización.
-¿No hay cacería de brujas?
-No, no, no. Creo que por el contrario. Creo que somos una sociedad en camino a equilibrarse en cuestiones de género. Seremos una sociedad equilibrada cuando logremos visibilizar a todas y a todos porque de esa manera veremos las necesidades y lo lograremos cuando dejemos de ver sólo los extremos. Es erróneo pensar que porque hablo de perspectiva de género o de violencia contra la mujer estoy militando una ideología determinada. Tenemos que aprender este proceso de visibilización. Las mujeres en general estuvimos invisibilizadas durante años. Yo estoy aquí gracias a las mujeres que lucharon durante muchísimo tiempo por la igualdad de género.
-¿Cambio la mirada del género masculino?
-Absolutamente. Ha habido un crecimiento exponencial. Esto no quiere decir que no nos falte. Pero el crecimiento es impresionante y uno lo puede ver en ciertas acciones concretas de cada uno de los Poderes del Estado. Si uno mira el Poder Judicial, hay una mujer en la Corte, se va haciendo lugar, hay políticas de género como política del Poder Judicial, capacitación de la Ley Micaela, los concursos que se hacen desde la oficina de la mujer. Todo esto es un ejemplo de que es importante para todos y para todas.
En el Poder Ejecutivo hay ministras que lo integran, en el Legislativo hubo capacitaciones del 100% de la plante permanente y política. Se esta llevando el tema a la cotidianidad. La idea es llegar al pensamiento donde debemos hacer el ejercicio de ciudadanía en el que evaluemos si con mis acciones estoy respetando al otro. Cuando lleguemos a eso estaremos en una sociedad equilibrada, también en perspectiva de género.
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