"Después de muchos años vuelvo a esta tierra. Fui arrancada de este sitio y las raíces vuelven a crecer, es algo que vuelve a vivir. Se cierra una página de nuestra historia y se abre un nuevo libro que vamos a escribir juntos", expresó Ana Marcela, con una sonrisa radiante, ante la cámara de Canal 8. Y agregó que no recordaba en detalle a sus hermanos, pero una situación le quedó marcada en su vida: "Una vez que mi madre, Ana María, fue a verme a la Escuela Hogar -no recuerdo su rostro- me dijo adiós y yo le insistí que no me deje. Me tiré al suelo a llorar. El abandono es muy fuerte, toda la vida sentí que me faltaba algo. Con el tiempo entendí que debía perdonar y cuando lo decidí, algo cambió en mi interior. Ahí me dije que tenía que encontrarlos".
Con la voz entrecortada, Héctor dijo que este reencuentro "es una alegría inmensa, se me desborda el corazón. Ahora todo el pasado queda atrás y es comenzar de nuevo". En tanto que Sonia expresó, con los ojos vidriosos, "al ser yo la mayor, sentí que a ella -Ana- me la arrancaron y fue un dolor muy grande llevar este peso durante tantos años, ha sido muy triste. Pero hoy se termina, a empezar una nueva vida. Ya está acá, ¡qué más puedo pedir!".
Es apenas la primera hoja de un libro que van a escribir juntos, los tres hermanos, tras vivir casi medio siglo separados y hoy reencontrarse para profundizar la relación y disfrutar el calor de la familia.