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Conmoción: un periodista murió tras desmayarse en un recital

Mariano Herrera tenía 39 años y era muy querido en el ambiente del rock local. Se descompensó mientras cubría un show de La Vela Puerca y, aunque fue asistido por un médico, lo enviaron a su casa.

San Juan amaneció con una noticia que generó conmoción en los medios y especialmente en la escena del rock local: Mariano Andrés Herrera, periodista de 39 años, murió este miércoles por la madrugada, pocas horas después de desmayarse en un recital. Herrera era un rostro conocido en el ambiente cultural por su labor en medios radiales y su compromiso con la difusión del rock nacional y local. La tragedia ocurrió tras cubrir el show de La Vela Puerca en la Sala del Sol, donde se descompensó en plena función y cayó al suelo.

Según testigos, se llamó de inmediato a una ambulancia. Un servicio de emergencias privado tardó unos 15 minutos en llegar y un médico lo revisó en el lugar, pero al no detectar señales de gravedad, decidió derivarlo a su casa.

Horas después, en su domicilio del barrio Marcó, en Rawson, Mariano se levantó para ir al baño, sufrió una fuerte caída y perdió el conocimiento. Su compañero de programa, Jairo Moreno, llamó al 911 al notar que no respiraba, pero cuando llegaron los médicos, ya no tenía signos vitales.

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Dolor, preguntas y una investigación en marcha

El fallecimiento dejó una profunda tristeza entre colegas, amigos y músicos que compartieron su camino. También generó interrogantes sobre la atención médica recibida, y su entorno pide que se investigue si hubo negligencia por parte del profesional que lo asistió en el show.

La causa está siendo investigada por la Unidad Fiscal de Delitos Especiales, que ahora deberá analizar los pasos previos a la muerte.

Un referente del rock local

Herrera era conductor del programa radial “El Puente Rock” y reconocido por su pasión por la música. En redes sociales, las muestras de afecto y despedida se multiplicaron, destacando su calidez, compromiso y amor por el periodismo.

Su muerte deja una huella dolorosa en quienes lo conocieron y pone el foco en la necesidad de respuestas. “Podría haberse evitado”, aseguran desde su círculo íntimo.