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Caballero Vidal dejó de ser ministro de la Corte de Justicia

Hoy se hizo operativa su renuncia. Ya no tiene fueros y de un momento a otro será citado a indagatoria en una causa que lo tiene imputado por delitos que lo pueden llevar a prisión.

Con un brindis en el segundo piso del palacio de Tribunales, Juan Carlos Caballero Vidal se despidió ayer en la tarde de sus compañeros y dio sus últimos pasos como miembro de la Corte de Justicia de la provincia. A las 00 de hoy se hizo efectiva la renuncia que había presentado hace un par de semanas para esquivar un juicio político que seguro terminaba en su destitución y ya sin la protección constitucional que le brindaba el cargo, será llamado a declarar como acusado en una causa por delitos de lesa humanidad. Es el segundo cortista que se va en algo más de un año.

La salida de Caballero Vidal se da en medio de una fuerte convulsión que lo tiene como protagonista directo. El iscal federal Francisco Maldonado lo imputó en junio como sospechoso de haber sido funcional a la dictadura militar y como no podía ser indagado por tener fueros de cortista, el juez federal Leopoldo Rago Gallo le pidió a la Cámara de Diputados que lo echara para poder hacerlo comparecer. Sabiendo que el proceso tenía un final cantado, el ex magistrado se adelantó y presentó la renuncia a partir del 1 de diciembre.

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Mientras Caballero Vidal se prepara para defenderse en los estrados federales, la vida institucional continúa y ahora se abre la etapa de la sucesión. El Consejo de la Magistratura tiene que abrir un concurso para cubrir la vacante, pero no será inmediato. Con la feria judicial encima, en Tribunales dicen que el proceso quedará para los primeros meses del año que viene y estimaron que en abril o mayo estará el nuevo cortista.

La que deja Caballero Vidal es la segunda vacante que se produce en la Corte de Justicia en un poco más de un año, luego de que se mantuviera por más de dos décadas con la misma composición. En 2016, el que renunció para jubilarse fue Carlos Balaguer y su lugar fue ocupado por Guillermo De Sanctis en febrero de este año para iniciar un proceso de renovación tan necesario como esperado.

La designación de un nuevo cortista será otra bocanada de aire fresco para un cuerpo colegiado que desde hace años estaba desgastado y sumamente cuestionado por su inacción frente a los problemas que enfrenta el aparato judicial para resolver en tiempo y formas las miles de causas que le ingresan. Aunque los nuevos seguirán siendo minoría, debido a que los otros históricos, Humberto Medina Palá, Adolfo Caballero y Abel Soria, no terminan de dar señales certeras de que darán un paso al costado para completar el recambio.

Caballero Vidal estuvo ayer en la mañana en su despacho, se fue antes de las 13 y volvió en la tarde. En Tribunales contaron que hubo un brindis y que saludó a sus compañeros de tribunal y empleados de la Corte de Justicia que estaban en ese momento. Algunos de ellos disimulando el convencimiento y las ansias que confiesan por lo bajo de que la renovación se debe profundizar cuanto antes.

El ex cortista, al menos, consiguió hacerse de una jugosa suma de dinero para su vida de pasivo. Al renunciar y zafar de la destitución, se aseguró un haber equivalente al 82 por ciento de los más de 160 mil pesos que percibía estando en actividad. Si se quedaba, era removido con seguridad y perdía ese derecho por imperio de la ley que les dio el beneficio a los jueces sanjuaninos.

Lo que se viene

Rago Gallo tiene ahora el camino allanado para sentar a Caballero Vidal en el banquillo de los acusados. Lo llamará a indagatoria y de acuerdo a lo que adelantaron fuentes calificadas, eso sucederá en el transcurso del mes que está comenzando. Se habla de no más allá del 20.

El ex costista está imputado de no haber actuado cuando recibió dos denuncias en sus tiempos de juez provincial de primera instancia, en los años donde reinó la dictadura. El fiscal Maldonado entiende que miró para otro lado y que de esa forma ayudó a encubrir graves hechos perpetrados por los militares.

El primer hecho que le enrostran salió a la luz por el testimonio que un abogado dio en el segundo megajuicio por delitos de lesa humanidad que se está llevando a cabo en San Juan. Era el letrado de Héctor Cevinelli y contó que cuando le denunció a Caballero Vidal que su cliente fue detenido, torturado y asaltado por la dictadura, el por entonces juez de primera instancia sacó una pistola, la puso arriba del escritorio y le dijo que se olvidara del caso.

El otro tiene que ver con la muerte de Ángel Carvajal. Los militares quisieron hacer creer al principio que se había suicidado, pero después hubo dudas y tomó fuerza la hipótesis de que falleció por las torturas que le propinaron. Caballero Vidal ordenó hacer una autopsia por pedido del RIM 22, aunque el abogado de la víctima, Carlos Bula, contó hace poco que no instruyó la investigación y todo quedó en la nada.

Son delitos que, de ser encontrado culpable, llevarán al ex cortista a la cárcel. Por lo pronto, Rago Gallo le concedió la eximición de prisión y mientras dure la investigación seguirá en libertad.