“Esta información nunca fue confirmada o desmentida por la Policía Nacional de Filipinas, pero el hecho es, no obstante, que la información existió”, manifestó Napeñas. El artefacto fabricado por Marwan debía de colocarse en la calle de Kalaw, por donde pasaría la caravana papal camino del parque de Rizal, en el casco antiguo de Manila, donde se celebró ese día una misa a la que asistieron entre seis y siete millones de personas. El asesor nacional de Seguridad de la Presidencia de Filipinas, Cesar Garcia, explicó a la prensa que ante la falta de confirmación y de informes específicos clasificaron la amenaza de mínima, según la cadena de televisión ABS-CBN. El pontífice visitó Filipinas del 15 al 19 de enero pasados sin percances y fue recibido por millones de entusiastas filipinos. Las declaraciones de Napeñas surgen durante la investigación que se lleva a cabo en el Senado sobre la muerte de 44 miembros de la Fuerza de Acción Especial en una operación en Mindanao para detener a Marwan el 25 de enero pasado. El FBI confirmó en febrero que Marwan falleció durante la polémica operación del 25 de enero. Las autoridades filipinas también habían dado por muerto (erróneamente) a Marwan en 2012 durante otro operativo en el sur del país, territorio en el que se escondía el terrorista desde 2003. Marwan, experto artificiero, estaba considerado uno de los terroristas más peligrosos del Sudeste Asiático, ofrecían cinco millones de dólares por su captura y comandaba el grupo Movimiento Muyahidín Malasio (Kumpulan Muyahidin Malasia, KMM), vinculado al entramado de Yemaa Islamiya. La organización Yemaa Islamiya está considerado el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático yes autor de algunos de los atentados más sangrientos ocurridos en la región, como el que mató a 202 personas, la mayoría turistas, en la indonesia isla de Bali el 12 de octubre de 2002. Fuente: EFE