El represor Jorge Olivera, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar dio un discurso y tocó el piano ante más de 40 reclusos en el Penal de Chimbas. Esto sucedió ante el desconocimiento del pianista tucumano, Miguel Estrella, quien le cedió su instrumento ante el pedido del exmilitar de interpretar un tema.