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Qué hay que hacer para prevenir el cáncer de piel
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Qué hay que hacer para prevenir el cáncer de piel

Aunque el calendario diga los contrario, ya vivimos tiempos veraniegos. Las piletas están a full, pero hasta cuando vamos por la calle la piel queda expuesta al sol (incluso en los días nublados). Y decididamente, no terminamos de tomar conciencia de los riesgos que corremos.

No sólo la exposición al sol, también otras fuentes de radiación ultravioleta (RUV), como las camas solares, constituyen la principal causa del envejecimiento y del desarrollo del cáncer de la piel. Sucede que las RUV ocasionan un daño acumulativo e irreversible en la estructura cutánea. Por ese motivo, es fundamental evitar el daño solar ya desde muy pequeños."El cáncer de piel es la forma más común de cáncer en los seres humanos: 1 de cada 3 casos será un tumor cutáneo. Detectado a tiempo, es curable en la mayoría de los casos. Sin embargo, y a pesar de las medidas de prevención y el diagnóstico temprano, los casos de cáncer de piel se han incrementado a nivel mundial en las últimas dos décadas. Y Argentina no escapa a este incremento", informa Ana de Pablo, subjefa de Dermatología del Hospital Universitario Austral y profesora de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
No son todos igualesLos casos de cáncer de piel se dividen en dos grandes grupos: cáncer cutáneo no melanoma y melanoma. "El primer grupo incluye al carcinoma basocelular (75% de los cánceres de piel) y el carcinoma espinocelular (alrededor de 10-15%). El melanoma representa tan sólo un 5% (o menos) de los casos, pero es relevante por ser la causa más frecuente de muerte por cáncer de piel", explica De Pablo y detalla: "es el segundo tipo de cáncer que más ha crecido en la población general desde 1980, sólo lo supera el incremento del cáncer de pulmón en las mujeres. En Argentina, en 2016 fallecieron unas 522 personas por melanoma (8,3% de las muertes por cáncer en general) con una relación 2:1 varón/mujer".Crear conciencia"Concientizar a la población sobre las medidas de prevención constituye un pilar fundamental. Lo primero es educar en la adquisición de hábitos sanos frente al sol, minimizar el riesgo de quemaduras y disminuir la acumulación de daño por la RUV", advierte.En ese sentido, es importante pensar que el protector solar no es "sólo cuestión de playas y piletas"; también es necesario proteger la piel expuesta si uno no trabaja bajo techo, o debe caminar al sol por períodos más o menos prolongados (¡ni hablar de largas caminatas deportivas o paseos en bicicleta!).El protector debe aplicarse 20 minutos antes de exponerse al sol, sobre piel seca y cubriendo todas las zonas descubiertas. Y se debe renovar cada 2 o 3 horas, especialmente si se transpira mucho o se está dentro del agua. No reducir el nivel de protección a lo largo de los días: el bronceado evita la sensación de quemazón, pero no las consecuencias negativas a largo plazo. Fuente: lagaceta

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