Nos pasamos la vida pidiendo que se controle el gasto público y que el Estado sea de una vez por todas eficiente, y una vez que eso ocurre o aparenta que ocurre, salimos con los tapones de punta a pegarle. Por otro; cabe la pregunta ¿Por qué debe ser la gente quien siempre pague las consecuencias de las decisiones tardías de los que gobiernan? Si los gobiernos se comportaran de manera responsable como política de estado y mantuviesen una administración ordenada como forma de gestión, hoy no tendríamos que estar haciendo un sorteo para ver a quién le saco o le agrego impuestos o qué fórmula mágica aplico para que a los Jubilados no les llegue el recorte.
El Diputado Nicolas Massot del Frente Cambiemos fue contundente en su discurso en la Comisión de Previsión y Seguridad Social que debatía la Reforma Previsional: "Quieren pedir por la guita, vamos a Ezeiza y a Marcos Paz a pedir por la guita".
En el tramo final de su exposición, Massot criticó alkirchnerismo, y aseguró que "no les tembló el pulso para pagarle en efectivo al FMI. ¿Dónde estaba la plata de los jubilados cuando no dudaron los responsables, un ex director de Anses,en hacer un acuerdo espurio para quedarse con la casa de la moneda?".
"Dónde estaban los carteles (Roberto) Baradel,(Sergio)Palazzo, cuando se quedaron esperando la muerte de los300 mil jubilados que esperaban cobrar lojusto, y ustedes se esperaron a quemurieran, irresponsables, incoherentes", expresó Massot, al tiempo que le apuntó aJosé Luis Gioja:"Usted es el presidente del PJ, es responsable de esta situación, no mire para otro lado, sean corajudos, primero para escuchar con madurez, y después para debatir cómo salimos de este quilombo en el que ustedes nos metieron".
Al expresarlo; le echa la culpa lisa y llanamente al Gobierno anterior. ¿Les suena verdad? Culpa de la herencia recibida; cuestión absolutamente cierta; pero debemos decir que marcar culpas hacia atrás no los exime de la responsabilidad que hoy el pueblo les ha conferido: No pago la luz con las culpas, no cargo nafta con las culpas y no me reciben en el supermercado un discurso de culpas cada vez que llego a la caja y tengo que desembolsar más dinero por menor cantidad de artículos. Solo por dar algunos ejemplos de la vida cotidiana al que hay que sumarle, ir a la farmacia si estás enfermo, calcular los gastos de transporte y la incertidumbre que ya existe en el sector privado por cobrar en tiempo en el caso de los que tienen trabajo y esperar el próximo aumento que llegará en enero.
La única verdad es la realidad y ahora, una vez más, por enésima vez, vivimos la historia repetida de la economía que para volver a estar en cauce aplica su método en el pueblo y es la clase media, la que siempre se verá más perjudicada. No hay manera de que no sea así. Mi mayor preocupación es que todo se acomode en algún momento, que traguemos saliva ante los hechos que ya son concretos y que después, otra vez, nos encontremos con la misma historia.
No es ser pesimista, sencillamente intento explicar que ya no podemos seguir así y que este modo de gobernar ya no resiste y nadie tolera más explicaciones.
Estamos transitando los últimos días de un año que nos ha revelado el verdadero sentido de la ubicación, sí; nos ha marcado dónde estamos parados y hacia dónde vamos.
El célebre Alejandro Lerner ya lo escribió en su obra "Volver a empezar"... "queda mucho por andar y mañana será un día nuevo bajo el sol... volver a empezar"
De eso se trata.