Los gritos de una mujer, que estaba siendo golpeada por su expareja, alertaron a un vecino que aprovechó que un patrullero pasaba por el barrio y pidió ayuda. Cuando los efectivos de la Comisaría 7ª, bajaron del móvil policial también escucharon los pedidos de ayuda de la víctima.
Por eso, golpearon la puerta y fue justamente ahí cuando el agresor abrió y la mujer y dos pequeñas aprovecharon la ocasión para salir corriendo del lugar.
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El agresor quiso detenerla, pero los agentes lo aprehendieron. Cuando lograron que la víctima se calme pudieron saber que el hombre de apellido Maraz había citado a su expareja para poder ver a sus hijas, pero la insultó y empujó hasta dejarla sin poder movilizarse por unos minutos.
Según el relato de la damnificada, Maraz la tiró al piso y quedó inconsciente ante la mirada de las dos niñas. Una vez que despertó comenzó a gritar y un vecino de calle 9 entre Vidart y San Miguel pudo pedir ayuda.
Maraz fue juzgado por lesiones agravadas por ser en contexto de violencia intrafamiliar y se resolvió mediante juicio abreviado condenar al imputado a 9 meses de prisión condicional, prohibición de acercamiento a menos de 150 mts, prohibición de contacto, reglas de conducta y comunicación al Ministerio de Desarrollo Humano y Dirección de la Niñez.