Los fiscales sostienen que esos documentos eran luego usados para pedir préstamos, comprar bienes y realizar transacciones comerciales, que finalmente eran revendidos para obtener ganancias ilícitas.
La acusación comprende los delitos de falsificación de documentos de identidad, estafa, asociación ilícita y violaciones a la Ley 17.671, que regula la identificación nacional.
El allanamiento de junio: el punto de partida
El caso salió a la luz tras un allanamiento del 30 de junio pasado en el Registro Civil de Pocito, donde Gendarmería Nacional ejecutó un amplio operativo en el marco de una denuncia presentada por un ciudadano bonaerense, quien detectó que su identidad había sido usada para pedir créditos.
Aquel operativo fue el inicio de lo que la fiscalía considera un “caso testigo”. Las medidas incluyeron recolección de pruebas digitales y documentales, y derivaron en la detención preventiva de Castillo días después.
Durante la investigación también se descubrió que uno de los imputados ya tenía una causa por narcotráfico en el norte del país y se encontraba bajo prisión domiciliaria, aunque se fugó luego de ser formalmente acusado en San Juan.
Más de 20 documentos bajo sospecha
Una auditoría interna realizada por el propio Registro Civil detectó 22 casos adicionales de posible falsificación ideológica de documentos: 18 en grado de tentativa y 4 consumados.
De acuerdo con fuentes judiciales, los nuevos imputados quedaron vinculados formalmente a la causa y serán citados a declarar en los próximos días, mientras la investigación continúa para determinar el alcance real de la red y sus nexos fuera de la provincia.