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Escalofriantes detalles del caso del hombre acusado de abusar de su hijastra mientras su pareja convulsionaba

La víctima explotó y le contó entre lágrimas a su madre el calvario que vivió al menos dos veces en su propia casa, mientras ella padecía los ataques de epilepsia. Detalles de la investigación que derivaron en la determinación del juez de procesar al imputado con prisión preventiva.

/// Por Bárbara Ardanaz

No tenía contacto con su padre biológico y la pareja de su mamá, a quien consideraba como su papá, la crió durante 6 años y le brindaba seguridad, habría sido el protagonista de las aberrantes situaciones que quedarán marcadas por el resto de su vida. La víctima de 16 años, acusó a su padrastro de abusarla sexualmente cuando su mamá "se perdía" en los ataques de epilepsia. Los detalles del caso.

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La convivencia familiar era difícil. El acusado ejercía violencia física y psicológica tanto en su pareja como en sus hijos, al punto de llamar a las mujeres "mogólicas", según informaron fuentes judiciales a sanjuan8.com.

Estas violentas situaciones no hacían más que agudizar el cuadro de epilepsia que tiene la madre de la víctima desde que nació, por lo cual sufría convulsiones casi en forma periódica, quedando "perdida" e inconsciente durante varias horas. Durante estas situaciones, el sujeto aprovechaba -según consta en la denuncia- para humillar y abusar de la adolescente, mientras su madre padecía ataques epilépticos y no podía protegerla.

Fueron dos situaciones concretas que se dieron a fines del 2018, mientras la víctima se alistaba para irse a la escuela. La primera vez, la joven se encontraba en la habitación de la vivienda (donde pernoctaba toda la familia), sentada a la orilla de la cama cuando el acusado presuntamente entró y le propinó tocamientos. La víctima logró salir corriendo antes de que la situación empeorara. Sin embargo, la segunda vez la joven no pudo zafarse y sufrió un abuso sexual en su propia habitación. Luego del aberrante episodio, la víctima se encerró en el baño, se vistió y se fue a la escuela.

Desconociendo por completo los abusos sexuales a los que era sometida su hija, pero viviendo en carne propia el permanente maltrato físico y verbal, a los que también estaban expuestos sus hijos, la mujer decidió separarse del acusado en marzo de este año. Pero pronto vivieron una situación que fue una bisagra para que las vejaciones salieran a la luz.

En mayo, dos meses después, Salinas se presentó ebrio en la vivienda de la víctima golpeando violentamente la puerta y exigiendo ver a su hijo menor, a los gritos, según informaron las fuentes. La mujer llamó al 911, pero para cuando llegaron los efectivos el sujeto ya se había escondido en la vivienda de un familiar.

La joven entró en una crisis de nervios y por sugerencia de la nueva pareja de su madre, quien le advirtió que no era normal que actuara de esa manera, que hablara con ella, la mujer buscó tranquilizarla. Con el correr de las horas, la adolescente explotó en llanto y le confesó a su mamá las aberraciones que padeció mientras ella sufría los ataques de epilepsia. Inmediatamente, la mujer realizó la denuncia en el Centro ANIVI.

En su testimonio en Cámara Gesell, la adolescente contó que sufría violencia por parte de su padrastro, quien la agarraba fuertemente del cabello y le pegaba en la cabeza. En su entrevista con la psicóloga, logró relatar las vejaciones que sufrió y los violentos episodios que vivía a diario toda la familia, presuntamente por parte del acusado.

Llegado el momento de defenderse, Salinas decidió declarar ante el juez cuando fue citado y, como era de esperarse, negó tanto haber agredido a sus hijos como abusar sexualmente de la adolescente. Sin embargo, incurrió en una contradicción en su declaración: aseguró que él le daba la medicación para la epilepsia a su mujer y luego afirmó que ella tomaba los remedios sola. Además, habló sobre un episodio de violencia con su expareja, donde la mujer terminó con la mano quebrada tras ser presuntamente empujada por el sujeto y él aseguró que ella se accidentó sola al agarrarlo de la remera a él.


Finalmente, con los contundentes testimonios y la evidencia presentada, el juez Martín Heredia Zaldo, del Cuarto Juzgado de Instrucción, tomó una determinación a dos meses de denunciados los hechos. Procesó con prisión preventiva a Salinas (38) por abuso sexual por sometimiento sexual gravemente ultrajante reiterado, agravado por la convivencia preexistente, en concurso ideal con corrupción de menores agravado, todos los hechos en concurso real. Además, lo embargó por $300.000.

El procesado quedó alojado en el Servicio Penitenciario Provincial, a la espera de que el caso en su contra sea elevado a juicio.