"Quiso violarme, no lo consiguió y fue a matarme", dijo la joven en la previa, que dejó en claro que no cree que Billiris -que la atacó en 2017- esté "arrepentido" de lo que hizo, como lo manifestó el acusado ante la Justicia. "El abogado de Billiris (Ramón Abrigos) dijo que su cliente no se acuerda qué hizo en ese momento. Me gustaría darle una foto para que se acuerde cómo me dejó, a ver cómo le explica eso a su hija el día de mañana", afirmó.
Billiris estaba acusado también por otro caso, que ocurrió en 2012. Una joven modelo lo denunció por haberla violado y drogado junto al relacionista público Juan Martín Mercado (sentenciado a seis años), que también estuvo sentado en el banquillo. Christopher Rosenthal, por su parte, fue absuelto.
En tanto, cerca del mediodía de este jueves, el anestesista hizo uso de sus últimas palabras antes de conocer la decisión de la Justicia. "Yo nunca quise hacer lo que hice", manifestó Billiris, y añadió: "Quiero terminar con las drogas, ser la persona que fui y sobre todo poder criar a mi hija".
El casoLa chica había conocido al anestesista por Tinder y, después de intercambiar algunos mensajes, él le ofreció trabajo. Según relató la joven, al principio desconfió pero después pudo comprobar que Billiris era coordinador de Anestesiología Pediátrica del Hospital Militar y le sirvió la propuesta.
El día que casi la desfigura a golpes, cuando terminaron de trabajar, él le ofreció drogas y ella aceptó a pesar de que no solía consumir. Después de varias horas el anestesista empezó a convulsionar, Belén trató de ayudarlo y Billiris reaccionó con una violencia desmedida: la molió a trompadas y patadas en todo el cuerpo y en particular en la cara.
La chica logró abrir la puerta del departamento en Palermo y pedir ayuda. Aunque un vecino la ayudó, cayó inconsciente poco después y la trasladaron al Hospital Rivadavia. En tanto, la policía detuvo al anestesista de 41 años.
Billiris llegó al juicio detenido con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza, en un área dedicada a los internos con problemas psiquiátricos y de adicciones. El lugar está custodiado por gran parte del personal de seguridad y tiene varias cámaras porque se trata de un sector que está más abierto que el resto de los módulos.