Leé: La próxima semana comienza el desfile de testigos por el femicidio de Brenda Requena
La querella incorporó muchos testimonios de familiares del matrimonio, tanto del vínculo de Brenda como del imputado, que señalaron puntualmente la violencia a la que era sometida. Según informaron fuentes judiciales, los testigos acreditaron diversas situaciones en las que Álvarez ejercía violencia verbal y psicológica contra su mujer, y madre de sus hijos.
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Estos testimonios se suman al relato de los menores en Cámara Gesell, en el Centro ANIVI, donde situaron al imputado en la escena del crimen donde fueron hallados los restos de la víctima, quemando cosas y ofreciéndoles dinero para que se fueran del lugar. Estos relatos expresados en entrevistas videograbadas también fueron contundentes y sin contradicciones.
Además, en la vivienda del acusado encontraron membrana, el mismo material con el que envolvieron y quemaron el cuerpo de Brenda hasta que quedó reducido a huesos, a sólo 300 metros de su casa.
Para culminar la instrucción, restan los resultados de las pericias telefónicas de los móviles tanto de la víctima como del acusado. Se espera que en los próximos días llegue esta evidencia que servirá como cierre de la investigación y, a partir de eso, el juez Guillermo Adárvez, titular del Tercer Juzgado Instrucción, resuelva su situación procesal. Hasta el momento, todo está encaminado a que el magistrado determine procesar con prisión preventiva al marido de Brenda Requena.
Diego Álvarez está alojado en el Servicio Penitenciario Provincial, imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo conyugal y femicidio, además por "lesiones y daños" a José Guajardo, el presunto amante de Brenda. En caso de ser procesado y ser encontrado culpable por un Tribunal, enfrentaría una pena de prisión perpetua.
Leé: ¿Qué es la omisión de auxilio y cuál es la pena que deberá cumplir Guajardo en caso de ser culpable?En tanto que Guajardo fue imputado por omisión de auxilio por no ayudar a Brenda en el momento en el que era golpeada por su marido y tampoco dio aviso a la policía, sino que se escondió en la casa de un amigo. Se trata de un delito excarcelable que, en el caso de ser encontrado culpable, deberá pagar una multa que va desde los $750 hasta los $12.500.
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