Según explicó la abogada, el contrato de la venta de la vivienda se leyó en el estudio y ambas partes manifestaron estar de acuerdo con lo dispuesto. En el texto se convino -según la letrada- un pago de contado de 300 mil pesos y el resto en 8 cuotas de 50 mil pesos. Además, aseguró que también quedó explícito que la propiedad tenía una deuda con el IPV de 11 mil pesos y que harían la escritura luego de cancelarla. Las copias del contrato quedaron certificadas en la escribanía.
El conflicto comenzó dos semanas después cuando, según comentó Noriega, los compradores le llaman por teléfono a Agüero luego de repasar nuevamente el contrato, y aseguraron que ellos habían entendido que el pago financiado era en 36 cuotas, no en 8. El vendedor les dijo que eso era imposible, debido a la creciente inflación y les ofreció devolverles el dinero y rescindir la operación. Luego, iniciaron una rescisión contractual en un Juzgado Civil y la otra parte se opuso, argumentando que quería adquirir la casa pero que no podían pagar las cuotas que les exigían. A partir de esto, Agüero discutió con los compradores, les pidió que abandonen la vivienda y que el dinero lo podrían retirar en el estudio de la abogada. Disconformes con la situación, los compradores radicaron denuncias por estafa y amenazas contra Agüero.
Días después, Noriega es llamada por el juez para dar su testimonio y hace dos semanas recibió la notificación de que su declaración se convertiría en indagatoria, por considerar que al realizar el contrato, fue copartícipe de la estafa. Por este delito, Benito Ortiz determinó su procesamiento.
"Me sorprende esto, considero esta decisión judicial arbitraria", dijo la abogada. Y agregó "tal vez por lo que soy mediática y llevo causas muy complicadas apuntaron hacia mí". Noriega comentó que ya apeló el procesamiento en su contra con los fundamentos correspondientes. "Esto es arbitrario e injusto, estoy enojada".
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