Una vez más las ramas más dinámicas fueron la construcción con un avance del 16,6%, en contraste con un receso de 8,7% en noviembre de 2016; el sistema financiero 7,8%, venía de una retracción del 4,8% doce meses antes; y el comercio mayorista y minorista 5,5%, también después de una baja de 1,2% el año previo.
Las estimaciones preliminares de estudios privados para diciembre dieron cuenta de una nueva desaceleración de la actividad agregada, de ahí que se afirme en el mercado la previsión de que 2017 cerró con un crecimiento del PBI inferior al 3%, un umbral clave para que en diciembre próximo no se dispare el pago del cupón PBI a los bonistas que aceptaron el canje de deuda en default, se estima en unos USD 2.500 millones.
Para el corriente año, luego de la "recalibración" de la meta de inflación, a un nivel más realista que el 10% más menos dos puntos porcentuales, y de la decisión de Hacienda de impulsar una disminución de la tasa de interés real, el escenario en términos de actividad también cambió, y, al contrario del objetivo buscado por el equipo económico de la Jefatura de Gabinete, lejos de favorecer expectativas de mayor aumento del PBI, el consenso de los analistas comenzaron a ajustar sus previsiones para abajo, algunos ya arriesgan unas décimas menos que en el último año.
Los economistas Nadin Argañaraz y Bruno Panighel del Instituto de Análisis de la Realidad Fiscal, destacaron que "2017 puede desagregarse en dos períodos, uno comprendido entre losmeses de enero a agosto, con un crecimiento sostenido a una tasa promedio mensual de 0,378% acumulativa, y el segundo entre septiembre y noviembre que marcó una desaceleración a una tasapromedio mensual de 0,008 por ciento".
De ahí que los economistas del Iaraf consideraron relevante que "el nivel de crecimiento de la actividad económica para 2018 tiene un piso resultante del arrastre estadístico. De mantenerse el nivel de actividad de noviembre 2017 para diciembre y para los próximos 12 meses, se obtendría un crecimiento de 0,84 por ciento".