El coronavirus no da respiro y los grupos que hace un año no eran de riesgo ahora son los más afectados por las nuevas variantes: los niños, jóvenes y personas menores a los 50 años. A esos segmentos poblacionales, se les sumas ahora las embarazadas, que -según un estudio de la Universidad de Oxford- están sufriendo complicaciones de salud como consecuencia del SARS-CoV-2.
De acuerdo con lo publicado por los investigadores, se registró un incremento en las muertes de mujeres embarazadas que se infectaron con covid en comparación al comienzo de la pandemia. Ahora, ¿a que están ligados estos fallecimientos?
Según informaron los especialistas, se registraron cinco veces más contagios y decesos en mujeres gestantes que las cifras detectadas en la primera ola. Y, al parecer, eso se debe a que “la modulación del sistema inmunitario (normal en toda gestante) y los cambios en la coagulación materna determinarían la mayor afectación de las mujeres en ese estado frente al virus”.
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Según informaron los especialistas, se registraron cinco veces más contagios y decesos en mujeres gestantes que las cifras detectadas en la primera ola. Y, al parecer, eso se debe a que “la modulación del sistema inmunitario (normal en toda gestante) y los cambios en la coagulación materna determinarían la mayor afectación de las mujeres en ese estado frente al virus”.
La investigación advirtió además que las embarazadas con comorbilidades como obesidad, hipertensión inducida por embarazo y enfermedades metabólicas, sufren mayores problemas al contraer covid, requiriendo un 10% más de asistencia respiratoria frente al 1% sin el virus. Las mujeres en el puerperio inmediato también presentaron más síntomas y muertes respecto a las no infectadas. Por tales motivos, desde el American College of Obstetricians and Gynecologists y Royal College of Obstetricians and Gynecologists, recomiendan vacunar a todas las embarazadas, con o sin comorbilidades.
“Podemos inferir que el embarazo, con sus cambios concomitantes, transforma la gestación en un embarazo de alto riesgo y mayor aún con las comorbilidades, incrementando a más del 22,3% el riesgo de muerte frente a las no embarazadas”, alertaron los investigadores.