En las últimas horas, su defensa presentó un pedido en el juzgado de Bonadio solicitando la prisión domiciliaria, argumentando que su edad no le permite estar en una cárcel común. Otero, que explota la concesión de la terminal de Retiro, tiene 79 años.
Tras entregarse, Otero se había negado a declarar, presentó un escrito y no reconoció haber entregado bolsos con dinero a Roberto Baratta, número dos de Julio de Vido en el Ministerio de Planificación kirchnerista.
Sin embargo, el nombre de Otero aparece mencionado de manera reiterada en los cuadernos del ex chofer de Baratta, Oscar Centeno. En una de estas narraciones, Centeno ubica al empresario ahora detenido entregando un bolso calculado en 250 mil dólares y en otra regalando vinos y champagne a Baratta.
Más allá de la causa de los cuadernos, en un juicio a Ricardo Jaime quedó comprobado que Otero coimeaba al ex secretario de Transporte.
El dueño de la concesión de Retiro le pagaba el alquiler del departamento donde vivía Jaime. Es decir que el funcionario que debía controlar al empresario vivía en un departamento que le pagaba el hombre de negocios. Corrupción pura y dura.