No ocurrió lo mismo en Matemática, la otra asignatura evaluada entre los estudiantes secundarios. Las ONE de 2013 mostraban que el 40% de los chicos estaba por debajo del nivel básico. Las pruebas realizadas tres años después reflejaban que un 40,9% seguía en esta situación. Y los resultados 2017 afirman que hoy un 41.3% no alcanza los conocimientos elementales.
En la primaria, los alumnos de 6° grado mejoraron tanto en Ciencias Sociales como en Naturales. En los ONE 2013, el 55,5% de los chicos había obtenido resultados avanzados o satisfactorios en Sociales mientras que en Aprender 2017 llegó a esos niveles el 65,6%. En el mismo período, pasó de 53,2% a 67,5% el porcentaje de estudiantes que superaron el básico en Naturales.
La brecha entre los que más y menos tienen quedó reflejada en los números. Tanto en primaria como en secundaria y en todas las áreas evaluadas, los estudiantes que viven en un contexto socioeconómico bajo consiguieron peores resultados que los de niveles medios y altos.
Trabajar en la etapa escolar es otra de las variables que fue analizada. De allí surgió, por ejemplo, que están por debajo del nivel básico en Lengua el 23,6% de los alumnos que trabajan. Esta cifra se reduce al 16% entre los que no cuentan con un empleo remunerado. En Matemática presentan un nivel menor al elemental el 46% de los que trabajan contra un 39,9% de los que no trabajan. Esta realidad atraviesa al 25% de los hombres que se encuentran en el último año del secundario y al 17% de las mujeres. Entre los estudiantes empleados, un 29% pertenece a un contexto socioeconómico bajo, un 21% a estratos medios y un 13% a altos. Otra dato, en este mismo sentido, es que la proporción de estudiantes en el nivel más alto de desempeño es casi el doble entre los que no trabajan en comparación con quienes sí lo hacen.
A pesar de esto, el Gobierno afirma haber identificado más de 4.500 escuelas primarias y secundarias que lograron romper la barrera del contexto. Si bien están ubicadas en las zonas más vulnerables sus resultados superaron la media nacional.
Para el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, "la capacitación en formación situada y virtual a los docentes en comunicación y comprensión lectora contribuyó al avance de los estudiantes en Lengua" aunque también sumó, dice, "la reacción del sistema educativo" con estrategias puntuales tras conocerse los resultados de Aprender 2016. Estas pruebas fueron cuestionadas por algunos gremios docentes que criticaron su metodología y aseguraron que buscan estigmatizar la figura del maestro al responsabilizarlo por "supuestos resultados negativos".
El año pasado, el Ministerio de Educación seleccionó 3000 escuelas a las que llamó Faro, en base a sus bajos resultados en Aprender 2016 y en el contexto de vulnerabilidad en el que se encuentran inmersas. Consultados por Clarín sobre las acciones concretas realizadas y a seguir en ellas, aseguraron que "recién este año se está desembarcando en estas escuelas" y que la intervención tendrá un carácter "pedagógico". Aclararon que otros temas, como la infraestructura de los establecimientos, depende de las provincias.