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Alberto, contra el doble comando: no habrá quita al FMI ni indulto a los presos K

Luego de sufrir el sistemático fuego amigo del kirchnerismo, el presidente Alberto Fernández emplea todas sus energías en darle pelea a la sensación de que existe un doble comando con la vicepresidenta Cristina Kirchner.

En las últimas horas, hizo trascender por diversos medios que no habrá “indultos ni amnistías” a los llamados “presos políticos” que denuncia el kirchnerismo; aclaró también que el ministro de Economía, Martín Guzmán, no negocia una quita de la deuda de U$S 44.500 millones con el Fondo Monetario Internacional.

También desde el corazón de la Casa Rosada aseguraron a A24.com que pese a las sutiles advertencias del Presidente sobre un Plan A y un Plan B, durante el fin de semana, “nosotros vamos por el Plan A y esperamos que sea el que funcione”. Y el Plan A es el acuerdo con el Fondo y con los acreedores privados para buscar una reactivación de la economía. Pero las negociaciones serán duras y no se resolverán hasta el final.

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Ni quita ni indultos, repiten en la Casa Rosada. Ambos son dos desafíos que planteó el sector encolumnado con la ex presidenta Cristina Kirchner. En la mañana del viernes, Alberto conversó en un largo desayuno en Olivos con la vicepresidenta y, pese a que lo niegan desde ambos sectores, las discrepancias sobre el abordaje de la deuda y de los presos estuvo presente.

Luego de esa conversación el Presidente dijo en un reportaje al canal C5N que nunca aceptaría el doble comando. "No me prestaría a ser presidente para que otro actúe detrás mío", señaló.

“Cristina lo trata muy bien a Alberto cuando están solos, pero luego todos los días le manda a hacer maldades”, señalan en el núcleo duro cercano a Alberto Fernández. En el entorno de Alberto advirtieron que la ex presidenta y sus acólitos les quieren “medir el aceite”: el grado de pureza kirchnerista.

Alberto quiere imponer la racionalidad y previsibilidad ante el mundo. La Presidenta insiste en llevarlo hacia el populismo. “No negociamos una quita con el Fondo, sino un esquema de extensión de plazos de los vencimientos con tres años de gracia”, señalaron a A24.com en forma tajante muy cerca del Presidente.

La propia vicepresidenta Cristina Kirchner había denunciado que el FMI incumplió sus estatutos al prestar dinero, según ella, para “financiar la fuga de capitales” y que por ese motivo debía exigirse una “quita” del capital de la deuda al Fondo.

Su exigencia, formulada en Cuba al lado del presidente Miguel Díaz-Canel, generó ruido en la negociación que desarrolla Guzmán. Alberto Fernández hizo un rodeo: dijo que la opinión de Cristina era “pertinente” y que él mismo la había hecho en campaña: pero que ahora apostaba a una negociación “sensata” con el Fondo como colaborador en el crecimiento económico.

Más allá de las desmentidas del Gobierno a la vicepresidenta, ayer la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgieva, le cerró en forma definitiva la puerta a que la Argentina vaya a negociar una quita con el Fondo. El FMI, por estatuto no puede hacer quitas en la devolución de sus préstamos, dijo la funcionaria del organismo. En Economía señalaban ayer que “la extensión de plazos es oxígeno, ganar libertad para un plan de reactivación, y equivale a una quita”.

También pronosticaron que el FMI no planteará metas duras de ajuste fiscal, precios, inflación y crecimiento. “Ellos explicaron que son conscientes de que la Argentina atraviesa dificultades sociales”, señalan en la Casa Rosada. Este miércoles terminará la misión del Fondo y comenzarán a conocerse más números.

Mientras tanto, Alberto busca dar señales al kirchnerismo puro, que sospecha que su plan económico tiene mucho de ajuste. Y se dedicó ayer a desmentir el ajuste en jubilaciones: el aumento de 13% para haberes menores a 16.000 pesos ganan frente al aumento de la fórmula del gobierno de Mauricio Macri, pero 2,7 millones de jubilados cobrarán un aumento en promedio del 7% y según estimaciones habrá una poda fiscal de entre $ 55.000 millones y 100.000 millones.

El Presidente interrumpió un breve descanso en Chapadmalal y escribió en su cuenta de Twitter para desmentir la información.

Ese informe indicaba que con la suma fija de 5000 pesos en diciembre y enero el ajuste fiscal se diluía.

Paralelamente, buscó llevar buenas expectativas a precios de la canasta básica. Su ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunció ayer en la Casa Rosada la ampliación del programa Precios Cuidados a comercios mayoristas y de proximidad con un paquete de 59 productos de alimentos, limpieza y artículos para bebés y cuidados personales con reducción promedio del 9% en los precios.

El Presidente, por otra parte, no puede dar señales de que buscará intervenir el Poder Judicial porque dañaría la imagen internacional de credibilidad que busca construir con sus giras por el exterior. Los kirchneristas comienzan a vislumbrar que Alberto Fernández “traiciona” supuestos acuerdos de la campaña.

El ex jefe piquetero Luis D’Elía, líder del partido FTV Miles, uno de los detenidos, emitió un durísimo tuit el sábado 15 donde señaló que desde la Casa Rosada “impusieron la prepotencia, el cinismo, el egoísmo y la avaricia de los traidores”. Se refería a las detenciones de ex funcionarios K.

El Presidente dijo a sus allegados que no indultará a ninguno de los detenidos por causas de corrupción pese a que entiende que son “detenciones arbitrarios”. Pero la salida debe ser judicial y la reforma del Poder Judicial se demora.

El diputado Eduardo Valdés relató en Radio FM 95.5 Concepto que el viernes último estuvo con varios de los que los aliados de Cristina Kirchner denominan “presos políticos”. Señaló que en el penal de Ezeiza se reunió con Amado Boudou, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi y Luis D’Elía.

Milagro Sala está en Jujuy y Julio De Vido tiene prisión domiciliaria. “Ninguno de ellos quiere que los indulten. No quieren el indulto ni una amnistía”, señaló tajante el diputado, que es íntimo amigo del Presidente. Para ellos también la salida debe ser judicial.

Pero luego de esa charla D'Elía mencionó una palabra muy dura en el peronismo: traidores. Y reivindicó su lealtad con Cristina y con Néstor Kirchner. "Tengo la sensación de que en un tiempo no muy lejano van a intentar poner a Sergio Massa como jefe de Gabinete y a Carlos Melconián como Ministro de Economía", ironizó