Otra vez el debate sobre los límites de la legítima defensa vuelve quedar en el centro de la escena por un nuevo caso. Esta vez ocurrió en la ciudad de Mar del Plata, donde un delincuente ingresó a robar a un comercio y amenazó con un arma en la cabeza a la dueña del local. Al advertir esa situación, el esposo de la víctima tomó un arma y se produjo la balacera. El ladrón fue abatido y el hombre resultó herido.
Según el diario La Capital, una vez que se comprobó que su estado de salud no corría riesgo y que fue dado de alta del Hospital Interzonal General de Agudos, el fiscal de la causa, Fernando Castro, decidió no detenerlo, aunque imputó por el delito de "homicidio".