El juez de instrucción Juan Curto ordenó este martes la detención del gasista que trabajaba en el subsuelo del edificio de Rosario que explotó y que, presuntamente, intentaba reparar la pérdida que originó esa detonación y que produjo al menos ocho víctimas mortales, más de 60 heridos y 19 desaparecidos.
La orden de detención para el gasista fue emitida tras el allanamiento efectuado a la empresa distribuidora Litoral Gas, para comporbar denuncias de vecinos que advertían sobre una pérdida en el inmueble.
El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, el ministro de Defensa nacional, Agustín Rossi, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, manifestaron su conmoción al recorrer la zona, donde varios de ellos coincidieron en señalar que "nunca" habían visto "algo igual".
Habitantes del edificio y Fein apuntaron a "un problema con el gas" como causa de la explosión, luego de que, según testigos, la empresa Litoral Gas clausuró el servicio en el edificio de Salta 2141 y un gasista matriculado habría iniciado "el cambio de un regulador" del fluido que ingresa al complejo.
En ese marco, la fiscal Graciela Argüelles allanó la empresa distribuidora Litoral Gas para "averiguar si hubo llamadas de vecinos de los dos edificios siniestrados con denuncias de pérdidas de gas" y "verificar qué personas trabajaron en ese lugar días atrás", para identificar a "gasistas que habrían hecho trabajos" en la zona.
El gerente de Relaciones Institucionales de Litoral Gas, José María González, aseguró que en la empresa "no tenemos ningún reclamo de olor a gas anterior al siniestro", como aseguraron los vecinos, y apenas recordó "un llamado el 24 de julio por olor a gas. Acudimos y el tema fue solucionado".
González descartó "que haya sido personal de Litoral Gas el que estaba trabajando en el momento" de la explosión y admitió que "cuando uno hace un reclamo de olor a gas va la cuadrilla. Si no es urgente, el trabajo pasa a un gasista matriculado".
