Rusia "tiene obligaciones internacionales y responsabilidades", sostuvieron los mandatarios del G-7, que le recordaron a Moscú que este grupo informal nació "por las convicciones y las responsabilidades compartidas. Las acciones de Rusia de las últimas semanas no concuerdan con ellas. Ante estas circunstancias no participaremos en la cumbre de Sochi". De esta forma, los siete países más desarrollados del planeta ponen al margen a Rusia de este club informal, en el que participaba desde 1998, en castigo por haber anexionado ilegalemente la península de Crimea, que es territorio de Ucrania.Poco antes, en conferencia de prensa, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que la suspensión de Rusia del G-8 "no es una gran tragedia. Si nuestros socios occidentales piensan que este formato ya no tiene razón de ser, entonces que así sea", dijo un desafiante Lavrov. "El G-8 es un club informal, para nosotros no es una gran tragedia si no se reúne", añadió Lavrov.De esta forma, la cumbre de seguridad nuclear en La Haya iba a ser una cumbre rutinaria, pero ha terminado dominada por la crisis de Crimea-Ucrania. Cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó a la ciudad holandesa en su agenda figuraba en primer lugar Ucrania. Obama convocó a una cumbre del G-7. La cita duró sólo una hora, pero se ubicó entre la cumbre nuclear y la cena de gala que ofreció el rey Guillermo Alejandro de Holanda, para así dejar en evidencia que el presidente ruso, Vladimir Putin, no había sido invitado. También se anuló la prevista cumbre del G-8 en Rusia, y se trasladó la reunión a Bruselas, sin presencia rusa.Obama, muy duro. Obama volvió a dejar clara la posición de Occidente: "Estamos de acuerdo en que Rusia tiene que pagar por lo que ha hecho", dijo. Sanciones más duras tendrán "considerables consecuencias en la economía rusa", agregó. El comercio entre Estados Unidos y Rusia (8.000 millones de euros en exportaciones y 19.500 millones de euros en importaciones) es casi microscópico en comparación con el de la Unión Europea: en 2012 las importaciones desde Rusia sumaron 212.000 millones de euros, sobre todo en gas y crudo. Y las exportaciones a Rusia fueron de 123.000 millones de euros, sobre todo en maquinaria y otros bienes de capital de alta tecnología.Esa es la razón por la que el debate sobre las sanciones económicas en Europa se lleva cabo sobre una base completamente diferente a la de Estados Unidos. Y además en la Unión Europea se insiste en no romper el hilo de comunicación con Rusia. "Y eso lo sabe Putin", añadió un diplomático europeo.No obstante, nadie más se vería más directamente afectado si Putin vuelve a caer en la tentación de cambiar las fronteras que la Unión Europea. A los miembros de la UE, desde Polonia a los tres países Bálticos, los une el temor que de la anexión de Crimea por Rusia sea tan sólo una prueba. Y eso lo sabe Obama.