Newell's Old Boys de Rosario se convirtió en el nuevo líder del Torneo Inicial, al derrotar claramente por 3 a 0 a Gimnasia La Plata, que llegaba invicto, en el partido postergado de la segunda fecha. Gabriel Heinze, Maximiliano Rodríguez y Rinaldo Cruzado anotaron los tantos del equipo rosarino.
Luego de las victorias ante Boca y Atlético de Rafaela y el empate ante Belgrano, el conjunto dirigido por Alfredo Berti se ponía al día ante el equipo de Pedro Troglio, que hasta este encuentra tenía puntaje ideal producto de tres triunfos (River, Rosario Central y Belgrano).
Sin embargo, el excelente andar del equipo recientemente ascendido se terminó chocando con la inmejorable actualidad de un Newell's que tuvo todo en la noche rosarina: posesión, buen juego y efectividad.
El primer tiempo fue casi un monólogo del local. Con la tenencia de la pelota como bandera y apelando a su paciencia para abrir la defensa cerrada de su rival, Newell's manejó por completo las acciones del encuentro, y tuvo su premio a los 36 de esa primera mitad.
Fue tras un tiro de esquina que encontró la cabeza del histórico Heinze, que ganó con autoridad en el área y decreto el, a esa altura, más que merecido 1 a 0 para su equipo.
Y ya en el complemento, la historia se terminó de cerrar a los 10 minutos. Fue en ese minuto cuando apareció otro de los emblemas leprosos, Maxi Rodríguez, quien aprovechó un largo rebote del arquero Fernando Monetti y no perdonó para ampliar la cuenta justo el día en el que cumplía 100 partidos vistiendo la camiseta del club que lo vio nacer.
Cerca del final, los ingresados David Trezeguet y Rinaldo Cruzado se juntaron para que el peruano defina de zurda ante la desesperación de la defensa del Loco para sentenciar la goleada y desatar la locura en el Parque de la Independencia.
Así, con un gran nivel de juego, mucha efectividad y también recambio, Newell's Old Boys, el último campeón, continúa en la buena senda y dejó bien en claro que, hoy en día, está por encima del resto. Será cuestión de mantenerlo para volver a convertirse en un serio candidado al título.
